Amanece triste y fría
esta otoñal mañana.
Nubarrones por celaje,
impiden sea iluminada
por el sol que allá en lo alto,
abundante luz regala,
pero esas densas nubes,
frenan que nos llegue clara.
Es por eso que prefiero,
asomarme a la ventana
y contemplar como brotan
este otoño, rosas blancas,
amarillas, rojas, fucsia
y muchas, muchas, rosadas.
Todas ellas son hermosas
todas florecen lozanas,
todas ofrecen belleza,
todas obsequian fragancia.
Aunque el día esté feo y gris,
estas rosas lo engalanan.
El amor como las rosas,
sus cualidades regala
para ayudarnos a todos,
beneficiando a quien se ama.
Quiero cultivar amor,
como del rosal la planta.
Recibiré los pinchazos
de alguna espina ingrata,
pero será buen regalo
a las personas amadas.
Con ver feliz al amado,
la alegría está lograda.
Ni los densos nubarrones,
ni la mañana apagada,
ni las espinas punzantes,
frenarán a los que aman.