Los campos en nuestra vida,
tal vez yermos se presentan,
para darnos ocasión
de enriquecer estas tierras.
No vivir sólo de sueños,
trabajar mientras se sueña.
Abriendo profundos surcos,
sembrando semillas buenas,
poniendo amor y esperanza,
habrá optima cosecha.
Si cada uno sembramos
con ilusión flores bellas,
las regamos, las mimamos,
germinarán cual se piensa..
En la vida y en los campos,
recoger lo que se siembra,
no es correcto apoderarse
de las cosechas ajenas.
Los campos dan para todos,
los egoístas se llevan
las cosechas de los otros
y sin su cosecha dejan
a los que viven ansiando
para vivir, su cosecha.
Tu libertad es traidora,
si a la pobreza condenas
a quien recoger no puede,
se lo impides por la fuerza,
condenando a la injusticia,
condenando a la pobreza,
a muchos seres humanos,
que ni migajas les llegan.
Si sueñas, luchas, trabajas,
silente rompes cadenas,
entregándote al amor,
con gran pasión en la entrega.
Las semillas de bondad,
de justicia de belleza,
germinarán, darán fruto,
una excelente cosecha.
El mundo lo necesita...
¡Anda, no duermas, comienza!