Es triste el atardecer, el sol se
ha ido,
las flores sin luz, pierden gracia y
color,
el ave ya pide descanso en su nido
y mi alma en la sombra te busca Señor.
Te busco Señor sin saber lo que
quiero,
te anhelo ignorando que seas TU mi anhelo,
deseo ser feliz, mas sin Ti yo no puedo,
en mi alma luz y sombras se baten en
duelo.
Te deseo y te llamo en mis noches
oscuras,
confuso, es enigma, ¿por qué no estoy viendo?
Si tu luz regalas a ciegas
criaturas...
Triste, desolado, hundido, nada entiendo.
Negra oscuridad, arcano y
negro velo
que rompe suave luz que está apareciendo,
rodeada de misterio, en el alto cielo...
¡Ciego! ¿Acaso no ves
que está amaneciendo?....
Esta es su respuesta, siempre
misteriosa,
nos envía el sol, al alba con el día,
así cada uno, ve su luz, clara, hermosa
y encuentra en esa luz, belleza y alegría.