Te encuentro desorientado, muy triste,
atribulado, sin rumbo, perdido...
Dime que es lo que ahora te está pasando...
¿Qué es lo que te ocurre mi buen amigo?
¿De dónde vienes tan sólo y apenado?
¿Donde vas tan cansado y compungido?
Dímelo porque me está pareciendo
que has equivocado el recto camino.
En la encrucijada que había en tu ruta,
tomaste el sendero confundido,
no el que en verdad te correspondía,
aunque ambos lleven al mismo destino.
No mires atrás desilusionado,
sigue valiente busca algo exquisito.
Alza ya la vista hacia el horizonte,
el pasado arrincona en el olvido.
Te espera un trecho, duro, difícil,
mas con fe y valor podrás conseguirlo.
Logra por fin, tus soñados anhelos,
deja estériles nostalgias y suspiros.
Cualquier vereda conduce a la meta,
no temas te acompaña, un buen amigo,
el mejor compañero en este viaje,
mostrando clara ruta a lo infinito.
El es el apoyo invisible y fuerte,
confía, siempre ayuda a peregrinos,
caminando silente a nuestro lado
sin dejarnos solos al libre albedrío,
mostrándonos el auténtico sendero
que libre de tortuosos laberintos.
Libre y en libertad la ruta escojo,
después de conocer bien el camino.
Ahora, llegar consigo acompañado,
al final de esta ruta, mi destino.