Como el capullo a la flor,
como el huevo al pajarito,
como la espora al helecho,
parecido es a los niños
esos embriones o fetos
que alguien quiere destruirlos.
Nadie troncha los capullos,
nadie rompe huevecitos
y nadie destruye esporas,
son la vida, no es capricho.
¿Acaso piensas que es menos,
ese ser, de humanos hijo?
Dejemos vidas vivir,
quien aborta es asesino.
Defendemos animales,
sean delfines o sean simios,
sean caballos o sean perros,
el maltrato es repulsivo.
Cada cual según su especie,
cumple bien con su destino.
La naturaleza es sabia,
visto así, todo es bonito.
En otoño algunos árboles
de hojas se han desprendido
y alguna especie animal,
pasan invierno dormidos.
Sabemos que en unos meses
volverán a ser los mismos,
seres con sus cualidades,
seres como muertos, vivos.
Nadie piensa en matarlos,
conocemos bien sus ciclos.
¿Acaso es que tu no sabes,
como se gestan los hijos?...
En nueve meses, día a día,
lindo bebé habrá nacido
si no hay un ser inhumano,
que obrando en un sin sentido,
destruye esta hermosa vida,
en breves meses, un niño.
Interrumpir vida es matar,
quien aborta es asesino.
No conocen el amor,
sólo el dinero maldito
y en un instante se deja,
nadie lo lleva al morirnos,
como esta vida es muy corta,
cuantos afanes, perdidos.
Un bebé es lo más tierno
de este mundo en que vivimos.
Quien aborta se condena
a vivir sin lo más lindo.
Por si esto fuera poco,
nada hay como amar a un hijo.