Se han acabado los ruidos,
ahora reina el silencio.
En este ambiente tan dulce,
tranquilamente me
duermo,
dulcemente acariciada,
por un rumor suave y tierno.
Rumor angélico de hojas,
acunadas por los vientos
que juguetean gozosas,
mientras ofrecen concierto
sinfónico, relajante,
armonioso, grato, bello.
Es magnífico regalo
que nos llena de contento
y sólo algún pajarito,
cantando pone el
acento.
Este bucólico
ambiente,
es un preludio de cielo.
Bella y absoluta
calma,
cuna do nacen los
sueños,
sueños utópicos ,
locos,
o sueños fruto de anhelos
que se gestan en el alma,
con los mejores deseos.
Son los sueños deseados,
son los sueños que yo quiero,
son los sueños que me animan
a elegir bien los senderos.
Sin ellos en esta vida,
es difícil alzar vuelo.
Si dulcemente me
duermo,
si dulcemente despierto,
si dulcemente he deseado,
con fortaleza alzar vuelo,
si dulcemente he soñado,
silente y en gran silencio...
Dime ¿Crees puedo
afirmar
que el silencio es un deseo
engendrado en mi alma
con suave aroma de
cielo?...
Sólo algún ave
canora
pone notas al concierto,
mientras yo sigo soñando
que lo que sueño sea cierto.