Hoja de árbol desprendida
en alas del viento vuela,
sin rumbo, sin libertad,
ajena fuerza la lleva.
¿A dónde ?... Nadie lo sabe,
al lugar que el viento quiera.
En ella no hay voluntad,
no hay árbol que la sostenga.
Libre, mas sin libertad,
vuelve al barro aunque no quiera.
Quiero y no puedo ser libre,
me lo impide fuerza ajena,
una fuerza represora
que me oprime desde fuera.
Soy reo de la injusticia,
sin delito, me condenan.
Esclavo de los verdugos,
que me pisan sin clemencia.
Esto es la sin razón
de gobiernos sin conciencia,
de egoístas fracasados,
que con soberbia se vengan.
Someten a sus vasallos,
la libertad hacen presa.
Si siendo libre en mi entorno,
falta libertad interna,
soy cual una marioneta,
cualquier actor la maneja.
Las miserias de la vida,
voluntad herida dejan
y sin voluntad la vida
es esclava, sufre y pena.
Los vicios y dependencias
me seducen, me embelesan,
trastocando mi interior,
así de mi se aprovechan.
Me roban la libertad
matando interiores fuerzas,
las que te inspiran los sueños,
las ansiadas, las más buenas,
las que te dicen que vivas,
dominando esas tendencias.
Así eres cual un robot
que a su voluntad manejan.
Puedo, debo y no soy libre,
libre en verdad yo quisiera.
mas me ata, me aprisiona,
una invisible cadena
que me impide alzar el vuelo,
libre como se desea.
Aunque haya libertad,
soy esclavo y no quisiera.
No puedo ser libre, libre,
libre como mi alma anhela.
Débil soy, nadie imagina,
mi voluntad está muerta.
Quisiera soltar amarras,
quisiera romper cadenas,
quisiera ser como el roble
que no rompe y se doblega
cuando soplan fuertes vientos
él se resiste con fuerza
y yo, cautivo en mi mismo,
prisionero, aunque sin rejas,
me dejo llevar de todo
lo que un capricho me ofrezca.
No soy libre y lo deseo,
siervo de mis dependencias,
voy vagando por la vida,
como hoja caída y seca.
La libertad interior,
la que cantan los poetas,
es la mayor libertad
que imaginarme pudiera.
Aún preso en dura mazmorra,
si la voluntad es dueña,
se puede ser, libre, libre,
la libertad es flor bella.
Sólo depende de mi ,
de mi alma y mi conciencia.
Una oda a la libertad,
esa que algunos condenan,
esa que humanos tenemos,
esa que que no quiere dueñas.
Dios mismo nos hizo libres,
no le pongamos cadenas.
Para no hacerla una esclava,
la voluntad, sea la reina.