En mis vuelos interiores
hacia el jardín de mis sueños,
me tropiezo con mil brumas
que no arrastraron los vientos.
Deseo sobrevolarlas
y me afano en el intento,
sin desistir ni un instante,
aunque cuesta gran esfuerzo.
Al fin consigo vencerlas
y veo muy claro el cielo.
No sé si olerán las flores,
del paraíso que pienso.
Desconozco si esas flores,
tienen colores tan bellos.
Ignoro si son bonitas
como imaginé en mis sueños.
Mas llegar hasta ese edén,
es sin duda el mejor premio.
porque podré comprobar
la belleza del deseo.
Sigo bregando entre nieblas,
sigo con ansias y anhelos,
sigo con fuerza volando,
sigo buscando algo bueno,
sigo pensando que un día
será realidad mi sueño
y dejando atrás las nubes,
me iré acercando al cielo.
En la antesala ya hay gozo,
inmensa alegría siento.
Imaginarios pensiles
que huelen a lo que quiero.
Nunca lo hubiera logrado
si no hubiera alzado el vuelo.