Se desangra el corazón,
se entristece nuestra alma,
jirones de sentimientos,
rotos van hacia la nada.
Si alguien me habla con amor,
algún retazo se salva
de este corazón partido,
de esta alma destrozada.
Resuena un eco profundo,
eco de voces amadas
que me repite muy suave
con insistencia, aunque en calma:
¡Despréndete de ese barro,
mira hacia arriba, levanta!
Ya está apareciendo el sol,
la tormenta ya se pasa,
ahora la atmósfera es limpia,
deja pasar la luz clara.
Quiero lavar este barro,
sobrevolar las montañas,
allí el aire es muy puro,
cicatrizará mi alma.
El amor hace milagros,
con obras y con palabras,
si tenemos grave herida,
cual bálsamo ha de curarla.