Refugio íntimo, secreto,
donde se esconde nuestra alma,
tras murallas infranqueables
que nadie atraviesa o pasa.
Es un mundo de misterio,
donde el silencio nos habla
con seductores monólogos
sin que se escuchen palabras.
Allí afloran ilusiones
y se reavivan nostalgias,
todo en calma, cual deseamos,
aunque siempre, todo es nada.
Privilegio que El Creador,
a sus criaturas donara.
Nadie escrutar esto puede,
nuestra mente está velada.
Conocemos este don,
reposa tranquila el alma.
Los pensamientos secretos,
en la intimidad se guardan.
En archivo prodigioso,
se gravan las remembranzas.
A los anhelos y sueños,
nadie cortará las alas.
Creencias, ilusiones, vivencias,
secretamente selladas.
La intimidad es obsequio
que el mismo Dios nos regala.