Pétalos van regalando,
flores del almendro al viento.
La primavera que es vida,
con ellas ha ido cubriendo,
las ramitas de algún árbol,
entre ellas, las del almendro.
Rápido ya se deshojan,
desprendidas caen al suelo.
Tuvieron vida fugaz,
como todo lo que es bello.
A nuestros desnudos árboles,
flores regala el invierno,
los engalana cual novias
para que empiece el cortejo.
De este idilio entre las flores,
rico fruto vendrá luego.
Ya se desprenden los pétalos,
son caricias del almendro.
La primavera que es vida,
suelta lo que va muriendo.
Ya no necesita galas
que atraigan a los insectos
que en sus bulliciosos juegos,
transportan polen de almendro.
Van haciendo su labor,
polinizando ¡Qué bueno!
Preñez fecunda a esas flores,
nos traerá un buen fruto luego,
una pequeña almendrita,
brota y crece como premio.
La sabia naturaleza,
a cada estación da obsequios,
serán flores, sol o frutos,
don del Creador, Dios Eterno.
Nadie supera en bondades,
nada existe mejor que esto.
Seamos siempre agradecidos,
EL, quiso que fueran nuestros
estos preciosos regalos
de los que al hombre hizo dueño.
Cuidemos con mucho esmero
al maltratado universo.
Démosle nuestras caricias,
suaves, como flor de almendro.