la juventud nos recuerda.
Todo florido, hermoso,
brotan flores por doquiera,
cual la infancia y juventud
en cuerpo y alma, belleza.
A veces mano insensible
o granizos y tormentas,
tronchan flores y capullos,
su exuberancia estropean .
Esto tiene buen remedio,
lluvia, sol y primavera
que colorean las flores
y disipan cualquier niebla.
Con la niebla, amarguras,
poniendo alegría en las penas.
A veces un sucio ambiente
nuestras flores estropea,
robándolas lozanía,
dulce aroma y belleza,
¿Qué son las flores sin esto?...
Nadie las querría acerca.
A niños y adolescentes,
con linda sonrisa ingenua,
impoluta la mirada
con resplandor de inocencia,
el egoísmo de algunos,
ensucia esta etapa bella.
Se arranca lo que es muy suyo,
el candor su mejor prenda,
mostrándole estercoleros,
en lugar de opciones buenas.
Siempre elegiría la flor,
si elegir libre pudiera.
Por eso los sugestionan,
con un engaño cualquiera,
para quitar de sus mentes,
su ingenuidad, su pureza,
sin que ellos sean conscientes,
manipulan sus conciencias.
Lo que ocurra ahora en sus vidas,
sin duda marca una huella
muy difícil de borrar
aunque encuentre otra nueva.
Héroes, genios o villanos,
sabios, santos, lo que sean,
sin duda alguna, influyeros
siendo niños, las vivencias
que rodearon su infancia
y que a ser adulto enseñan.
Canto a las flores de mayo
que regalan su belleza.
Canto a nuestra juventud
que deseo limpia y buena,
a pesar del polvo y barro
que esta sociedad genera.
Las flores brotan de nuevo
en próximas primaveras,
es milagro, es obsequio
de nuestra naturaleza.
Nuestra infancia y juventud,
tan candorosa, tan tierna,
debiéramos procurar
que mantenga su inocencia
y si les rodea el polvo
que sea polvo de estrellas,
para que amen lo hermoso,
la bondad y la belleza.
Son lo mejor de este mundo,
pido a Dios que los proteja.