María, Dios te hizo pura,
madre suya e inmaculada
y te colmó de sus gracias,,
por ser tu la hija amada.
Eres Madre del Señor,
porque EL, así lo quiso,
Cristo te hizo Madre nuestra
y aceptaste el compromiso.
Porque eres de entre los nuestros,
la más cercana al Creador,
pide para nuestras almas,
la fe, la esperanza, el amor.