Esos densos nubarrones
que poco a poco se acercan
que poco a poco se acercan
y de improviso aparecen
para darnos por sorpresa,
el regalo de la lluvia
que generosa nos riega
todo lo que coge al paso,
sin pedirnos nada a cuenta.
Hace tiempo que la piden
nuestros campos y praderas,
hace tiempo que no viene,
hace tiempo que la anhelan,
para que broten las flores
porque es la primavera.
Muchas veces nos guiamos
por las falsas apariencias.
Puede que oculte algo hermoso,
esa nube que es tan negra.
Ella nos trae la lluvia
que nuestro entorno espera,
fertilizando los campos,
las flores y las cosechas.
Aprendamos la lección,
parece una advertencia:
"Aunque no agraden las nubes,
ellas la lluvia nos dejan".