Siempre tras la negra noche,
resplandece un nuevo día
y aunque amanezca nublado
tras la aurora se ilumina.
Me sirve de reflexión,
no es hora para poesías,
pero es metáfora clara,
eso ocurre en nuestras vidas.
Lo del cambio - noche,día - lo sabemos
y es motivo de alegría,
pues nos regala esperanza
que tanto se necesita.
En nuestro diario vivir,
sentimos que es utopía,
nadie sabe si mañana,
será una maravilla.
El futuro es muy incierto,
el porvenir es enigma,
pero todos esperamos
que llegue el sol que ilumina.
Malos tiempos los presentes,
poco bueno se avecina,
unos desconfiando o enfermos,
otros, temen por su vida.
Los demás, dura clausura,
miedo y falta de alegría,
incertidumbre ante el mal...
¿Mañana será otro día?...
Invocamos la esperanza,
pedimos gracias divinas.
Es regalo de la fe
que nos dice.... ¡En Dios confía!
Se valiente y pon los medios
que la sanidad exija.
Por ti y por la salud,
de todos en tu familia,
por los vecinos, amigos
y gente desconocida.
Sólo unidos venceremos
a esta enfermedad maldita.
Agradecemos de veras,
a quienes curan y cuidan
con amor, ciencia y trabajo...
Sirviendo se sacrifican.
Damos mérito a su esfuerzo,
y gracias bien merecidas.
Todos, todos somos uno,
a todos Dios nos bendiga.
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No
recuerdo bien, creo que fue S. Vicente de Paúl quien decía: " Oremos como
si todo nos viniera de DIOS y actuemos, como si todo dependiera de
nosotros" Es parecido a ese refrán
tan bueno: " A Dios rogando y con el mazo dando". Buen remedio.
Por nosotros, por
los enfermos, por los que nos curan,cuidan o nos protegen y por todos, unidos
en oración- los que tengamos fe- , solidarios con todos,y obedientes a las
normas de sanidad.... ¡Arriba los corazones!