Estrella en la noche,
lucero del alba,
sol a mediodía,
tarde perfumada.
Eso eres mi niña
y tantas y tantas
bellezas que tienes
y al pasar regalas.
Cual flor en desierto,
al mundo engalanas;
eres niña linda,
azucena blanca;
sonrisa de ángel,
adorna tu cara;
poesía en movimiento
cuando juegas y andas.
Toda esa hermosura
en tu cuerpo y alma,
son rayos de sol
en limpia mañana.
Alegría de un mundo,
esa luz que irradias;
tu dulce sonrisa,
con penas acaba.
Sonríe mi niña,
flor de la esperanza,
capullito abriendo,
lucero del alba,
precioso arco iris
y noche estrellada.
Fruto del amor
y promesas santas;
poesía en movimiento,
poema, verso en danza;
virginal pureza,
impoluta y blanca;
rosicler de aurora,
color de alborada.
Candor e inocencia,
rezuma tu alma;
eres un regalo
que al mundo entusiasma;
Eso eres mi niña
cuando alegre pasas
y muy generosa
tu gozo contagias.
Mientras haya niños,
habrá alegría santa,
porque son amor
y eso nos regalan.
Amoroso fruto,
signo de esperanza,
aroma de cielo
que a este mundo alcanza.
No mates a un niño,
lindo en cuerpo y alma,
entrega tu vida
y a los niños salva
de morir por odio,
egoísmo que mata.
Ellos son amor
y amor nos regalan.
Son pura inocencia,
inocencia santa.
Bondad exquisita
don que nadie iguala,
por eso eres niña,
flor de la esperanza.