Bella es la noche estrellada,
bella, pero muy oscura.
Hacia el Este clarea un poco,
está saliendo la luna.
Las estrellas y luceros,
siguen brillando en la altura,
mientras, muchas de las madres,
cuidando de sus criaturas,
están velando en la alcoba,
niño durmiendo en la cuna.
Ya ha aparecido el satélite,
pálida luz nos alumbra,
luz para el caminante,
tenue, discreción nocturna,
para que duerman o velen,
es útil esta mesura.
La madre sigue despierta,
soñando y se pregunta...
¿Qué pasará con mi hijo?...
¿Qué le traerá la fortuna ?...
El silencio de la noche,
estas respuestas oculta.
El futuro es secreto,
nadie lo conoce nunca.
Vela tu y confía a Dios,
la suerte de esta criatura.
¡Qué negras están las noches,
cuando se esconde la luna!
¡Que muerta está la esperanza,
si nuestra alma se ofusca!
¡Qué despierta esta la madre,
velando al pié de la cuna!
¡Qué sola me está dejando,
para escribir, hoy la musa!
Bella es la noche estrellada,
bella, pero muy oscura,
lo mismo que nuestras mentes,
si la fe no nos alumbra.
Pidamos venga este don,
como a las noches la luna.