Sueño, empiezo a
caminar,
sobre pasos caminados,
pasos ahora recobrados
que nunca podré olvidar,
están en mi alma grabados.
En las rutas de la
vida,
hay escabrosos senderos,
alguna senda florida,
vías de extraños
derroteros,
caminos que nadie olvida.
Llegan remembranzas
bellas,
tiempos de la
infancia, hermosos
rememoro muy
dichosos,
muchas noches con estrellas,
recuerdos lindos, gozosos.
Estas vivencias de
niño
con nostalgia he revivido,
no mueren en el olvido,
las recuerdo con cariño,
aunque el tiempo ha transcurrido.
Al regresar a
mis lares,
es inmensa la alegría,
se emociona el alma mía,
pisando estos lugares
que hace años no veía.
Las delicias de la
vida,
desapercibidas pasan
y sufrimos sin medida
por momentos que fracasan
y alguna hora perdida.
Nuestras alegrías
son flores
que crecen en los caminos
si se riegan con amores,
y cultivan con sudores,
habrá rosas y habrá espinos.
He vuelto a beber
en fuentes
de aquella infancia
lejana,
donde acaso no hay mañana,
son momentos diferentes,
siendo niña o ser anciana.
Todo es paz, todo
armonía
por eso escucho los ecos,
voces dulces que yo
oía
cuando jugaba a muñecos,
¡Cuanto gozo, madre mía!
De mi sueño me despierta,
el rosicler de la aurora,
está mi ventana abierta,
llega poesía en esta
hora,
no quiero cerrar mi puerta.
Hoy doy gracias al
Señor,
por permitir mi regreso
en sueños revivo amor
que en mi alma estaba preso,
Gracias, Dios Padre y Creador.