El próximo 13 de octubre, en Tarragona, tendrá lugar la
canonización de más de 500 mártires -ya se han canonizado varios y otros están
en proceso- en España, en el SXX, muertos por defender su fe y dando
testimonio de ella, aceptando el martirio y perdonando a sus asesinos.
He procurado ser fiel a la voluntad de la
Iglesia, de no hacer alusión a las -digamos circunstancias
históricas-circunstancias que propiciaron estos hechos. Sólo mencionar, la
belleza del perdón, tal como nuestra fe nos dice.
En esto, la Iglesia, con gran delicadeza, ha dado ejemplo,
me parece muy bien.
Sólo la CRUZ su bandera.
Martires por la fe, SXX en España
Fieles testigos de Cristo,
sólo la CRUZ su bandera.
Mensajeros del AMOR,
de DIOS que se hizo ofrenda.
Tenían un buen MAESTRO,
siguieron ejemplo y huellas,
de EL que murió perdonando,
muerte en cruz y otras ofensas.
Mártires por fidelidad
a fe en Cristo, de ahí su fuerza.
Resistieron con valor,
como el Maestro hiciera.
Por DIOS firmes en su fe,
hasta que el martirio llega.
Ni en medio de los tormentos,
por un momento reniegan.
Todos mueren perdonando,
cual JESUS en su día enseña.
Con JESUS se irán al Reino,
donde DIOS AMOR si reina.
En su vida y en su muerte,
vivieron la fe sincera,
confiaron en JESUCRISTO
y por eso no desertan
ante el dolor y la muerte
cruel que saben, les condenan.
Creen que tras las ignominias,
en su cielo, CRISTO espera.
Al menos aquí, en España,
su buen ejemplo nos queda.
Rosas rojas, escarlata,
sean de otoño o primavera,
siempre ofreciendo sus dones,
su aroma y su gran belleza.
Sus vidas, como las rosas,
dejan fragancias tras ellas.
Disfrutemos el perfume
de santidad que nos llega.
Están con DIOS en su Reino,
hoy lo proclama la
Iglesia.