Constante y fiel compañera
a lo largo de esta
vida,
a veces guardas
silencio
y tu presencia se
olvida.
Otras te muestras un
poco,
de tu existencia ,sí
avisas.
Desde antes de nacer
acompañas noche y
día.
Tras los velos del
misterio,
permaneces escondida
hasta el momento
preciso,
cuando anuncias tu
visita,
unas veces esperada,
otras, parece improvisas.
Por sorpresa o
anunciada,
siempre eres
compañía,
misteriosa e
insondable,
nadie sabe si
bonita.
Tal vez si rasgas el velo,
te veremos
exquisita,
pero eso no es
posible,
hasta que llegue tu
día.
Sabemos que estás
ahí
y nos harás tu
visita,
aclarando el
misterio
que duró toda la
vida.
¿Miedo a tu realidad,
realidad
desconocida?...
¿Miedo a la
cruel soledad
en oscura hora temida?...
¿Miedo a la puerta
que se abre,
o miedo a la
despedida?
Sabemos que eres
real
y te muestras como
enigma.
Eres puntual para
todos,
ejerces bien la
justicia,
aunque algunos
ya te invocan
y otros con terror,
te esquivan.
Conocemos tus costumbres,
cuando manden, nos
visitas,
sigilosamente
cortas,
los lazos con esta
vida.
Eres muerte un
misterio,
nadie desde aquí
descifra,
lo que ocurre tras
de ti,
sólo la fe lo
ilumina.
Seguirás siendo
arcano,
seguirás siendo
temida,
seguirás en ti
igualando,
gente pobre, gente
rica.
Si no al nacer, sí
al morir,
muestra el rostro la
Justicia.
Cuando el SER
SUPREMO llama,
nadie gana esa
partida.
Sólo se salva por
siempre,
quien en el buen
DIOS, confía.