Rápido pasa la vida,
la experiencia nos lo enseña.
Vida y experiencia son
en la existencia una escuela,
donde se aprende a vivir,
origen, destino y meta.
Si elegimos un camino
para alcanzar una estrella,
esa que tanto anhelamos
porque su brillo, embelesa,
tendremos que caminar,
sin desistir, cual se sueña,
aunque sabemos muy bien
que ese viaje es quimera.
Tal vez caigamos exhaustos,
la lección ha sido buena,
porque habremos aprendido
que son intocables ellas,
por mucho que lo intentemos
con ilusión y con fuerza.
Entre fracasos y logros,
cada día uno despierta,
soñando con utopías,
-no ve utopía quien sueña-.
Las noches nos traen auroras,
cada amanecer nos muestra
que el astro rey no se rinde,
siempre, siempre, puntual llega.
Cualquier hecho que acontece,
si piensas, es moraleja.
Es cierto que están lejanas
las rutilantes estrellas,
Es cierto que deseamos
alcanzarlas como sea..
Es cierto que son el sueño
de quienes despiertos sueñan.
Es cierto que anhelamos,
volar y llegar a ellas.
Pero es cierto que sabemos
que tocarlas es quimera.
Las utopías son los sueños
de quienes algo desean.
aunque fantasía e ilusión,
anhelándolo se acerca.
Toma esto como enseñanza,
sueña con pies en la Tierra,
pero siempre muy consciente
que sólo quien sueña, llega.
No habrá amarga decepción
si actúas, confías y esperas.
Si consigues objetivos,
tu esfuerzo es la respuesta.
Si no logras conseguirlos,
analiza el problema ,
mas no ocultes la verdad,
no te venza la soberbia.
Son lecciones provechosas,
nunca olvides y recuerda,
todo ocurre por tu bien,
aunque entonces no lo entiendas.
Para conseguir tu sueño,
para llegar a la meta,
es preciso caminar
aunque sea dura la senda.
A veces abundan rosas
y las espinas con ellas,
otras, pedruscos ,abrojos,
barro, frío y maleza.
Camina con esperanza,
así al objetivo llegas.
Valora estas lecciones,
la vida advierte y revela
con magistrales avisos,
consejos que nos enseñan
que todo es por nuestro bien...
Haz de la vida, tu escuela.