Llega agradable murmullo,
agua que se nueve cerca.
Voy tras el dulce sonido,
buscando de donde llega.
Consigo pronto encontrarlo
y es muy grata mi sorpresa.
Magnífico manantial,
que me pone muy contenta.
¡Cuantos misterios ocultas,
hermosa fuente discreta!
Brotan espontáneas aguas,
quien sabe su procedencia.
Van recorriendo el subsuelo,
leguas, leguas, muchas leguas
o aquí al lado han nacido,
pues esas nieves perpetuas
por efectos del calor,
se vuelven esta agua fresca.
Se filtran entre las rocas,
así es la naturaleza,
va regalando caprichos,
muy buenos y con belleza.
Eres un precioso enigma
oculto hasta de la ciencia.
Esas aguas cristalinas,
tan impolutas, reflejan
cual incomparable espejo,
aquello que tiene cerca
o la hermosura de arriba,
si en punto justo se observa.
Son puras, son cristalinas,
son de la pureza, esencia.
Nada más limpio que el agua,
nada limpia como ella.
Se desliza cantarina,
no nace para estar quieta,
baja bailando entre rocas,
fluye con ansias viajeras,
entonando melodías,
que se aprecian en sus cuencas.
Será arroyo, será río,
hasta que en mar se mezclan
con distintos elementos
de los que en fuente tuvieran.
Ya en su curso hacia la mar,
su composición se altera.
No es límpida y virginal,
cual en la cumbre naciera.
Así ocurre con nosotros,
como ese río que contemplas,
vamos pasando la vida,
dando golpes en las piedras,
para modelar el ser,
como hace el agua con ellas.
Cruzamos bosques y campos,
ciudades que nos esperan.
Curso fácil o difícil,
todo en este mundo llega.
Mas como el río, nuestra vida,
también anhela una meta.
Haz como él, sigue,discurre,
camina, no te detengas,
vence las dificultades
que en el curso se presentan.
Nuestro final, es enigma,
confía, ansiamos belleza
y se nos dará sin duda,
después de las duras pruebas.
Sólo después del esfuerzo,
al esforzado se premia.
¡Qué hermosa es la esperanza
que un buen final, nos reserva!
