no está la labor bien hecha
Sentimos dulce
llamada,
es DIOS quien llama a la puerta.
Invita con mucho amor
a amar sin medida y cuenta,
pues son muchos los que sufren,
grandes dolores, pobrezas.
Son sus hijos y los ama,
camina de ellos muy cerca.
Necesita de nosotros
para que aliviemos
penas.
Abrir manos,
corazón,
tener siempre alma abierta.
Con todo amor
respondemos,
a su, llamada, hay respuesta.
Cultivamos las semillas,
con mucho mimo en la huerta
y han dado el ciento por uno,
muy generosa cosecha.
Ahora toca repartir,
muchos carecen de
ellas.
Falta que las que entregamos,
sean origen de otras siembras.
El sembrador sale
al campo,
con ansias de sementera,
sincero amor y esperanza,
trabajo y simiente buena
y soñando entre sudores,
soñando, quien siembra, sueña.
Sueña henchido de esperanza
que es la flor de quien espera
que esas semillas den grana,
la mejor de las cosechas.
En campo estéril,
baldío,
abrir surcos en la tierra
que acoja fértil semilla,
si alguien con amor la siembra.
Nosotros, poner semillas,
Dios Amor, da lo que
EL crea.
No te detengas,
camina,
camina, no te detengas,
lanza las buenas semillas
que es tiempo de sementera
y las semillas germinan
al contacto con la tierra.
Con la bendición del cielo,
darán óptima respuesta
Que El CREADOR las multiplique
en la medida que El quiera.
Pan para quien hambre tiene,
para otros, palabras bellas
que cual los rayos del sol,
ilumine las conciencias.
Camina, anda, no
pares,
camina, no te detengas,
pon lo que esté de tu
parte,
no escatimes, amor, fuerza,
darán el ciento por uno
aunque tu nunca lo sepas.
Abre mano generosa,
siembra, trabaja, no duermas,
tal vez de tu sacrificio,
dependa hermosa cosecha.
El SEÑOR está
esperando,
que te entregues a la siembra.
El mundo te necesita,
anda, no tardes, comienza.