Amanece el día nublado,
está fresca la mañana,
los pajaritos cantores
no trinan en verdes ramas,
sus músicas celestiales,
no entran por mi ventana
Las gotitas de rocío,
no destellan irisadas.
Las bellas flores no abren
su corola perfumada.
Todo es silencio y quietud,
todo es armonía y calma.
Aunque el sol no aparece,
tenemos cierta esperanza,
que las nubes se retiren
y ver al sol, cara a cara.
El sol que es luz y que es vida,
llena de alegría el alma.
Mas la sincera alegría
que en interior es forjada,
florece aunque el día sea gris,
pues no depende de nada
que venga de cualquier clima
o la causen las palabras.
Es la actitud interior
que propician quienes aman
y como aman la ofrecen,
con sonrisas la regalan.
Este amor llena de júbilo
más que el sol en la alborada
y la alegría interior,
nunca nada ha de nublarla.
El amor es luz y es vida,
el amor es esperanza,
el amor es fortaleza
el amor es fe y confianza,
el amor es compañía,
amar nos da gozo y calma
aunque a veces densas nieblas,
con actitud de fantasmas,
envidian estas bondades
y al amor ponen mil trabas.
Mas el amor que es amor,
es lo contrario a venganzas,
resurgirá entre las brumas
y como respuesta, ama.
Quien ama, no es defraudado,
porque da y no espera nada.
De ahí la dicha, la alegría
y el regocijo del alma.