Mujer que deseas volar
y no puedes alzar vuelo
pues te recortan las alas,
para que olvides tus sueños.
Sigue soñando mujer,
mucha fuerza hay en tu pecho.
Tu espíritu siempre libre,
vuela con ansias de cielo,
aunque a veces te lo impidan
quienes maltratan tu cuerpo,
encadenado y violado
y en mil celdas prisionero.
Tu mirada siempre alta,
sin escatimar esfuerzos.
Buscas siempre libertad,
conseguirla tiene un precio.
Te quieren estatua viva,
calladita, en gran silencio...
¡Silencio, que nadie escuche,
que no se oigan tus lamentos
que el mundo siga dormido,
mejor así que despierto!
Toda tú eres hermosa,
tus ojos, limpios y bellos,
seducen por su bondad,
cual en la noche un lucero.
Vives pisando este mundo,
soñando otro universo,
donde la verdad y el amor,
puedan caminar parejos,
protegidos por lo justo
que da a todos sus derechos.
Habrá pobres y habrá ricos,
aunque más cerca, extremos.
Todos con la dignidad
que sin duda merecemos.
Mujer soñadora, hermosa,
no dejes nunca tu sueño.
Ese sueño repetido,
va gestando los deseos.
Nunca el parto será fácil
pero nacerá algo bueno.
Nunca se producen frutos,
si no hay semillas primero.
Nunca cambiará el mundo,
si no luchas por tus sueños.
Nunca podremos ser libres,
si no ponemos empeño.
Nunca tendremos la paz,
si no compartes tu anhelo
de vivir algunas veces,
bellos momentos de cielo.
Mujer soñadora, sueña...
Sin sueños, no se alza el vuelo
y tu amada libertad,
no se halla a ras de suelo.
Tu hermoso amor, es sublime,
madre en este universo,
así te quiso el Creador,
colabora con esmero.
Nada eterno hay en el mundo,
pero sí, instantes bellos.
Esos momentos benditos,
esos benditos momentos,
no podremos conseguirlos,
sin amor y sin desvelos.
Sueña mujer bondadosa,
sueña y se cumplan tus sueños.