Floreció el rosal cual
previsto estaba,
mayo ya llegó cargado de rosas
fragantes, coloreadas, hermosas,
el desnudo arbusto, ahora
entusiasmaba.
En el jardín, las rosas
que admiraba,
con el rocío al alba eran preciosas,
con el crepúsculo de la tarde,
olorosas,
bucólico lirismo que elevaba.
Belleza, color,
exquisita aroma
y mil dones más, regala la rosa
desde el momento que el capullo
asoma.
Así es el amor, así los
amantes,
aunque entre espinas, su alma es
generosa
se entregan por amor, siempre
constantes.