Trémulas tiemblan las gotas de rocío,
en la corola de humilde violeta,
empieza el día con rosada aurora,
hermoso regalo de la naturaleza
que nos trae como preludio el alba
que ilumina diciéndonos ... ¡Despierta!
Ya ha amanecido, derroche de luz,
la noche dio paso a esta belleza,
el aire está impoluto, transparente,
todo limpio en la mañana empieza.
Cuando una ilusión de verdad se siente,
ponemos interés, amor y fuerza,
hasta ver conseguido el objetivo,
que a veces suele ser una quimera.
Mas nuestra alma con silente pasión,
buscando lo real, utopías encuentra.
No se detiene la aurora ante nubarrones,
avanza el día hacia marcada meta,
aunque impidan el paso a su luz,
grises nubarrones o blancas nieblas.
Cuando en nuestra alma nacen bellos sueños,
aunque corten las alas con que vuelan,
volaremos al compás del viento,
sobrevolando mares y fronteras,
hasta vislumbrar lejano horizonte,
tras el cual, deseado ideal nos espera.
No dejemos morir las esperanzas
de alcanzar lo que despiertos se sueña.
Todos los días acaban con noche,
pero siempre la aurora nos despierta.
Quien lucha por conseguir sus anhelos,
al menos su persona se supera.
Si no logra el objetivo soñado,
que lo intentó, satisfecho recuerda.