Ya comienza el nuevo día,
llegan las luces del alba,
sorprendiendo a nuestra niña
asomada a la ventana,
respirando triste el aire
de esta noche perfumada,
por las olorosas flores
que su madre cultivaba.
Son aromas especiales
al empezar la mañana.
¿Por qué lloraba la niña,
tan triste y desconsolada?
Es joven y es soñadora...
sueña despierta en su cama,
confundiendo realidades,
con lo que imaginaba.
Soñó que su amor primero,
ya la tiene olvidada.
Es locura efervescente
que hace un nudo en su garganta
y ese rictus de amargura,
pone tristeza en la cara.
Llora y es joven y hermosa,
llora aunque llega el alba,
llora y la misma aurora,
la envuelve por consolarla,
con su alegre rosicler
que pone rosada capa.
No es amor, niña bonita,
es una lección, amarga.
Amarga, mas provechosa,
con que la vida se encarga
de hacer madurar a niñas
demasiado confiadas,
precoces y fantasiosas
en su edad, adelantadas
que quieren vivir deprisa
lo que despiertas soñaran.
Son amoríos e ilusiones,
la vida así te prepara
para el generoso amor
que a su tiempo te regala.
Ya llegará tu regalo,
ahora, aprende a amar y ama.
Ama, mas respeta bien
las parcelas acotadas.
Se limita por tu bien,
pienso no estás preparada.
Eres cual capullo, flor
que no debe ser cortada,
está recibiendo aroma
de su madre que es la planta
que le da su rica savia
para que sea perfumada.
Niña bonita, pimpollo,
eres cual rosa temprana.
Madura, aprende, crece,
disponte a amar y ama.
Mas respetando los tiempos,
está despuntando el alba,
muchas horas por delante
si te apresuras, son largas,
se te harán un día aburridas
por no respetar etapas.
Vive feliz con amigas
que se enriquezca tu alma.
La amistad es amor puro,
al amarlas, bien ensayas.
Comprobarás por ti misma,
todo llega y pronto pasa.
Aprovecha la lección,
para estar bien preparada.
Así sentirás el gozo
de quien sabe amar y ama.