Candor e inocencia

 Mi niño parece un ángel,
tan bonito, dulce y tierno.
Su carita es cual la rosa,
de suaves pétalos frescos.
lo más  lindo que imagino,
lo que sólo veo en sueños,
serafines, querubines
y demás coros del cielo.

   No he visto belleza tanta
en este pobre universo. 
es tan genuina e inmensa
que no cabe en unos versos
porque además de su rostro, 
es lo que sale de dentro. 
Rezuma alegría, candor,
su sonreír es muy bello.

   Todo es mágico en su vida,
pasa alegrando el tiempo,
a quienes tiene a su lado,
ofrece lindos momentos,
contagiando el entusiasmo,
sincero, inocente, ingenuo. 

   Cada día en este mundo,
algo nuevo va aprendiendo,
su innata curiosidad,
le muestra descubrimientos,
asombrosos e importantes
para su infantil cerebro.
Hay tanta belleza en él
que es poesía en movimiento. 

   Es la alegría del  amor, 
es amor puro y sincero,
es regalo celestial,
es nuestro mejor obsequio,
es nueva vida que empieza,
pidiéndonos  mundo nuevo.

   Nuestros niños necesitan,
crecer viviendo algo bueno,
experimentar la vida,
rodeado de amor tierno.
A los adultos nos toca,
mostrarle caminos bellos.