Promesa de un gran futuro
parecía ese momento,
no me fío de predicciones
sobre un porvenir incierto.
Tampoco quiero vivir,
anclada en pasados tiempos,
con nostalgias y añoranzas
que llegan con los recuerdos.
Remembranzas siempre vienen
y algunas bien lo agradezco
pues me acercan mis vivencias,
las que guardo en secreto
en el fondo de mi alma,
ocultas dentro, muy dentro.
El futuro está en el aire,
ignoro si llegaremos,
nadie puede adivinar,
sobre días venideros.
El pasado es ya pasado,
no vuelve aunque fuera bueno,
por mucho que mi memoria,
me acerque a esos días tan bellos.
El presente... Es un enigma
que a descifrar nunca llego,
se me esfuma entre las manos,
entre nieblas y misterios.
¡Ay tiempo loco, muy loco...!
¿Acaso es loco el tiempo?...
Locura si que es la nuestra
al desear retenerlo.
Olvido estas reflexiones
que auguran mi desconcierto.
Hoy me aferro a la esperanza,
dispuesta en todo momento.
Me anima a volar muy alto,
sin miedo, en pos de mi sueño,
dejando atrás añoranzas
que en las alas ponen peso
y confiando el futuro,
siempre a DIOS que es DIOS Eterno.