El mundo de la Botánica,
encierra grandes sorpresas.
Cada planta es un enigma,
de nuestra naturaleza.
Todas distintas, hermosas,
hoy pienso en la enredadera.
En sus ansias por crecer,
a cualquier muro se aferra,
por conquistar las alturas,
nada a su paso respeta.
Todas cubiertas de flores,
son tan lindas que embelesan.
Crecen tanto que a distancia
fácilmente se contemplan.
¡Qué bonitas estas flores!
buganvillas, madreselvas
y otras muchas variedades,
trepadoras todas ellas.
Hermosas, salta a la vista,
sea la variedad que sea.
Estas me traen a la mente,
vidas que suben y trepan.
¿Qué es lo que ahora reflexiono?
¿Que es lo que esto me recuerda?
El egoísmo de algunos
que son cual la enredadera.
Utilizan a quien pueden
para estar siempre en cabeza.
Con tal de alcanzar altura,
pisan, secan a quien sea,
ahogando a su paso todo,
sin importar que otros mueran.
Las personas son soportes,
sobre las que ellos se elevan,
Si se piensa, estas plantas
y humana naturaleza,
son frágiles, son volubles,
cualquier viento las ladea,
por eso buscan apoyo
y al conseguirlo se aferran
a todo aquello que encuentran
y que su solidez presta.
Mas lo ahogan y lo cubren,
sólo han de aparecer ellas.
Presumen de su valía,
muestran toda su belleza,
para ocultar que sin otros,
su ostentación sería necia.
A la sombra de sus lianas
otras plantas, muertas quedan,
pero van trepando ,suben,
que es lo que piden y sueñan.
Esto ocurre a los humanos
cuando el egoísmo impera,
son trepas y nada importa,
al igual que enredaderas.
Lo que quieren es subir
a costa de lo que sea.
¡Qué pena subir matando,
dejando ilusiones muertas!
dejando ilusiones muertas!