Dejar aroma en las huellas

   ¡Cuántas flores marchitadas
al final de primavera! ..
La primavera que es vida,
También ve sus flores muertas.

Millones, muchos millones
y todas eran muy bellas,
con sus caprichosas formas
y colores que embelesan,
van honrando al Creador
que creó la naturaleza.
Mas el verano ha llegado
y su calor, las reseca.

   Todo llega, todo pasa,
atrás  quedas  primavera,
mas has dejado en regalo
de agradable aroma , huellas
en   flores  polinizadas 
que serán frutas muy buenas
y perfumes con extracto 
de algunas flores,  la esencia.
Estación muy  generosa,
y esto unida a su belleza,
es sin duda el privilegio
de ser numen  de poetas.

   ¡Qué hermoso ser cual las flores
que lo mejor de sí dejan 
a su paso por la vida
para ir alegrando sendas
que tal vez eran muy duras
para quien transita en ellas.
Sueltan  aroma en el aire
aunque nadie lo agradezca. 

   Nuestra vida no es estéril
si al vivir dejamos huellas
de amor, bondad y  alegría
que a otros mitiguen sus penas.

El mejor remedio: Amor

   A veces algunos hechos,
dejan en el alma heridas. 
No se aplicó buen remedio
por eso no cicatrizan.
Otros hieren nuestro cuerpo
y aunque existen medicinas,
no elegimos la adecuada
y más que curar, lastiman
En ambos casos hay males
que hacen daño de por vida.

   Las cicatrices son huellas
profundas que nos fastidian.
Quedan si al ir caminando
se clava alguna espinita
y se infecta fácilmente
si no se lava y se limpia.

   Algunas duras palabras,
son armas arrojadizas
cual flechas envenenadas,
causan dolor de agonía.
Alguien sufre consecuencias
de que otros tengan envidia.
y no se sabe el "por qué"
nos causan esas heridas.

   Nos rebelamos buscando
las causas desconocidas
y no hallamos la respuesta
que alguien tiene escondida.
Sólo  misteriosas sombras
mezcladas con las  mentiras
y algunas medias verdades
que ya huelen a podridas.
No aplicamos  lenitivos,
sufrimos y nada alivia.

   Cuando  observamos las  perlas
tan irisadas y finas,
pocas veces recordamos
que salieron tras la herida
que una ostra padeció
y la invadió una arenita
que ella en vez de repudiar, 
convirtió en perla tan linda.

   Es una  hermosa lección
de la ostra, ¡pobrecita!
No sé si las ostras aman,
pero es amor quien inspira 
a volver el bien por mal
cuando alguien nos mortifica.
Sólo con AMOR podremos
cicatrizar las heridas
infectadas largo tiempo,
sólo AMOR  es  medicina.

   El AMOR  lleva al perdón 
y quien perdona, olvida.
Quien olvida es cual la ostra
que regala perlas finas
y las perlas, ya sabemos,
son delicadas, bonitas,
suaves al tacto, amorosas,
por siempre, una delicia.

   Estas hermosas lecciones
quiero aprender en la vida
y disfrutar siendo bálsamo
que cicatriza  heridas.