Hermosa primavera

      Bendita seas primavera,
por siempre bendita seas,
pues ofreciendo tus  flores,
cada año muy puntual llegas,
despidiendo al  crudo invierno
que el hielo y frío se lleva
a otros gélidos lugares
donde la nieve le espera.

   Bendita, seas bendita,
muy deseada y muy bella.
Gracias por lindos regalos 
que con gusto  nos entregas.
Tantas deliciosas flores
en  los campo y praderas,
adornando y perfumando,
cual un pensil esta Tierra.
Entre todas hoy prefiero
por sencillez y belleza,
junto a su exquisita aroma,
a la morada violeta
que crece pegada al suelo
al llegar la primavera.
Es cual las buenas personas,
humildes en su grandeza.

   Todas las flores son lindas,
todas las flores son bellas,
todas nos ofrecen dones, 
las cualidades que tengan.
Su aroma perfuma el mundo,
atrayendo a las abejas
que con prodigioso polen,
fabrican la miel y cera.
Sus antenas y patitas
realizan la gran tarea
de polinizar las flores
y que en fruto se conviertan.

   Cierro un momento los ojos,
mi alma tranquila sueña.
Sueño con campos floridos
porque ya es primavera.
Con laboriosas  abejas
que entre flores, vuelan, vuelan.
Sigo soñando y deseando,
parecerme un poco a ellas,
para endulzar esta vida,
cuando nos ahogan las penas
y cubrir todo de flores,
como hace la primavera. 


   Deliciosa primavera. Aunque sea voluble, es esperada con agrado. Si mil poetas, intentaran cantar todas sus bellezas,no lo conseguirían y es de suponer que cada uno eligiera una diferente. Poned todos algo vuestro... ¡Preciosos poemas!

No lo hagas

   ¡Qué alegría, nace un niño,
es instante de contento,
es un precioso momento,
siento ternura y cariño!
   ¡Qué pena, no lo corrijo,
una mujer confundida,
está quitando la vida
sin nacer, al propio hijo.
  Qué alegría, es acogido,
con amor y hermosa cuna,
es un niño con fortuna,
es un niño muy querido.
   ¡Qué pena, no le han dejado
tan siquiera respirar,
¿Por qué le quieren matar,
después de haberle engendrado?

   Mujer que deseas amar,
abre la puerta a ese hijo,
dale ternura y cobijo,
¿Por qué le vas a matar?
   Serás sepulcro blanqueado,
mujer llena de crueldad,
asesinas sin piedad,
en tu entraña a un ser creado.
   ¡Qué pena, si ves un niño
piensa que al tuyo has matado,
¡Cuanto le hubieras amado!
Te perdiste su cariño.
   Nadie debiera matar, 
nadie es dueño de otra vida,
es muy cobarde salida,
es un crimen abortar. 

Me dan pena las mujeres que no aceptan al hijo que han engendrado. 
Es en esos momentos, difíciles para algunas, cuando necesitan ayuda, no alguien que les facilite hacer un disparate.
En ese instante, aparecen los asesinos sin escrúpulos, médicos de poca talla,- los geniales, no creo que se dediquen a matar, si no a mejorar la salud y la vida- profesionales que por dinero, son peores que los animales, matan a los más inocentes, a los que aún no han nacido.
Colaboran en esta monstruosidad,los legisladores sin conciencia que por conseguir votos, para .... ¿Para qué? ¿ Para defender y mejorar la vida ?... ¡Qué ironía! Quieren votos para seguir... No quiero continuar, es muy triste. Es a ellos a quienes  culpo.¡Cuántas muertes llevan sobre sus conciencias! Claro, me dirán que ellos no matan. No, pero facilitan - con ello animan- a que otros lo hagan. 
Cada ser engendrado, es una nueva vida¿Evidente , verdad? Pues si no quieres sentirte y que  que te veamos como un matadero ambulante, no mates.Para los médicos - o personas que lo hagan - no hay palabras suficientemente duras para calificar sus actos  en este sentido.
 No quiero ir contra nadie, me dan pena, al menos las mujeres. Escribo, en defensa de la vida. Esas vidas de seres tan inocentes y esas otras vidas que han perdido el rumbo y no les importa matar. ¿Podrán tener paz?...

No me hagáis caso,  imaginaros un aborto y reflexionad. Después, mirad a un niño  - si tenéis hijos....- a la cara y...  ¿Pensáis que exagero?

Niños

   Ni los luceros y estrellas,
ni la enigmática luna,
igualan con su belleza
a un niño que está en la cuna.

   Nada existe en este mundo,
nada he visto en este suelo
que supere en hermosura,
a este regalo del cielo.

   Un niño es un tesoro
que tenemos que cuidar,
con más quilates que el oro,
viene a enseñarnos a amar.

   ¡Qué bellas que son las niñas,
inocentes y bonitas!
Su pureza y candor,
nos lo muestra su carita.

  Una niña en fría noche,
se asomó a su ventana,
su madre le hizo un reproche
y se metió en la cama. 

   Pero antes miró a la luna,
con una mirada ansiosa
y el reflejo del satélite
hizo su faz más hermosa.

   Duerme tranquila chiquita,
son tus padres los que velan,
te protegen y te cuidan,
lo mejor para ti anhelan.

   Se feliz, preciosa niña,
ahora que puedes soñar,
sueña  que una estrellita
baja tu frente a besar. 

   Disfruta del bello sueño, 
sueña siempre noche y día,
porque al menos mientras sueñas,
tendrás la ansiada alegría.

   Cuando despiertes del sueño,
no llores con desconsuelo,
sonríe, reparte tus dones,
danos aroma de cielo.

Cual flor entre espinos

   Buscaba encontrar la flor
que en sueños había elegido,
la preferida entre todas, 
la que mi alma pide a gritos.
Ignoraba que esa flor,
crece rodeada de espinos
que la esconden y protegen
de todos sus enemigos.
¿Que flor tan hermosa es esa
que nada más la imagino?
Sólo me llega su aroma,
por eso me he decidido
a buscarla con esfuerzo, 
a buscarla con ahínco,
hasta llegar a tocarla
aunque se que allí me pincho.

   Como esta flor, el amor,
va unido al sacrificio.
Sacrificio por amor,
amor puro, muy querido.
Acrisolado es hermoso,
generoso y lindo, lindo.
Si es el verdadero amor, 
no un pasajero amorío,
es delicia incomparable,
lo más bello conocido.
El regalo más valioso,
de los que hemos recibido.
El obsequio que ofrecemos
y que ennoblece al cariño.
Mas no hay amor sin espinas,
aún así, es preferido,
es deseado y soñado,
como la flor entre espinos.
Es la esencia de lo bueno,
es la flor que sueño y pido,
es el principio y el fin
de esta vida que yo vivo.
Es un regalo de DIOS,
por eso huele a divino.

¿Inalcanzable?

   Se perdía mi mirada
en busca de lo infinito,
tras incesante deseo,
por un sueño repetido.
Miraba al cielo estrellado
que era en verdad muy bonito,
pero no lo que buscaba...
Me sentía triste, rendido.
Estas ansias soñadoras,
no las sepulta el olvido
y golpean en mi mente,
dándome un empujoncito,
para conseguir el sueño
de alcanzar el paraíso.

   Joven terco e ilusionado,
con voluntad y muy listo,
quería descubrir la gloria
por méritos de si mismo.
Derrocha tesón, se esfuerza,
no quiere verse rendido
por elementos ajenos
que reprochan su delirio.
Volará sobre las cumbres,
do el águila hace su nido,
escudriñará horizontes
buscando el soñado mito.
No encuentra el deseado premio,
ni verá el sueño cumplido,
era una hermosa utopía ,
aunque no quiera admitirlo.

   Aunque utopía su anhelo,
el joven quiere vivirlo,
Le motivan mil deseos
como nos explica él mismo. 

   Sueño y seguiré soñando,
soñando al menos consigo
vivir por unos momentos,
lo que anhelo y siempre pido.
Asumo tremendos riesgos,
recorro duros caminos, 
dejo de lado las flores,
de bellos campos floridos.
Los cantos de las sirenas,
ya no son mis enemigos,
no me detengo a escucharlos,
me llegan otros sonidos,
serán  angélicos coros
que en el aire se han perdido
y los arrastran los vientos
para mi gozo y alivio.
Así transcurre mi tiempo,
pensando a ver si consigo
que mis ansias de volar
para encontrar lo que pido,
pronto se vean satisfechas
logrando más que un capricho.

   Se nota que nuestro joven, 
es un joven decidido,
mas inexperto e ingenuo,
no existe aquí el paraíso.

   Crucé ríos, surqué mares,
sobrevolé altos picos,
divisé mil horizontes
que al tocarlos, se  me han ido. 
El horizonte no existe,
depende de donde miro.
Fui descubriendo verdades
que nunca había creído,
me esforcé, reí, lloré,
me sentí un pobrecito
con menos sabiduría
que la que tienen los niños.
Aprovecho esta ocasión,
el fracaso me ha servido
como la mejor lección 
que la vida me ha ofrecido.
No he llegado a tocar cielo,
pero si he aprendido
que este mundo en que habitamos,
nunca es lo definitivo.
Todo llega, todo pasa,
yo sueño con lo infinito,
algún día este mi sueño,
llegaré a conseguirlo. 
Ansiamos felicidad,
busquemos el paraíso,
pues quien bien busca, encuentra,
aunque tarde en conseguirlo.