Metáfora otoñal

 El día está gris, plomizo,
nos cubren nubes muy densas
que impiden que llegue el sol
a este lugar de la tierra.
Hace frío, no hay calor,
vemos deslizarse nieblas,
de lluvia frías gotitas,
anuncian que nieve llega.
Ya están las cumbres nevadas,
pronto, pronto ella se acerca.

   El otoño ha desnudado, 
árboles de la arboleda,
en los bosques y los parques,
hojas desprendidas vuelan.
Su verdor y exuberancia
ya han perdido, caen muertas,
son polvo que vuelve al polvo,
para pudrirse ya secas.
Tuvieron días de esplendor,
su árbol las alimenta
y mecidas por los vientos,
nuestro ambiente nos recrean.
Nos dieron sombra y cobijo,
su cercanía es placentera,
pero llegó su final
y ellas bailando, lo aceptan.

   ¡Qué nostalgia traen las hojas,
que al viento revolotean
y entonan suave murmullo,
cual lindo requiem que rezan
o cantan,sea gregoriano
u otra música cualquiera.
Hojas caducas, al fin,
el otoño se las lleva.

   Metáfora elocuente,
esto es verdad, no quimera,
silenciosa realidad
que a veces, nos da tristeza.
Añoramos verdes hojas, 
añoramos flores frescas, 
añoramos lo pasado,
pidiendo al cielo que vuelva.
Buena lección dará el cielo,
sin dudarlo en primavera.
No hay palabras, si que hay hechos,
flores y hojas, la respuesta.

Felicidad... ¿Sabes qué es?

   ¿Conocemos lo que implica
o solamente en palabra?
Lo subjetivo y abstracto,
la definición no es clara.
Alguno ambiciona todo,
otros, piden poco o nada.
Ensalzamos sin medida,
luchamos para alcanzarla
y obcecados en la lucha,
no damos cuenta que pasa.
Sabemos que está en el cielo,
mas también aquí se halla.

   Etérea, sutil, fugaz,
aroma que el viento arrastra.
Cuando piensas que ha llegado,
sin darte cuenta, ya marcha.
Efímera y caprichosa,
sueño que poco se alcanza.
Muestra partes de su rostro,
rara vez, toda su cara
y nunca total será,
mas, ¿si no es todo, es nada?

   ¿Qué es la felicidad?
Definirla, intención vana.
Cada cual a su manera,
la adorna y cuelga medallas.
Diferentes son los gustos
e intenciones de alcanzarla.
En sueños es una diosa,
todos queremos tocarla.
Bella ninfa en un jardín
que ni sombra le acompaña.
Despierta nuestros anhelos,
la desean cuerpo y alma.
Unos quieren tocar gloria,
otros, las cumbres doradas.
Algunos, profundidades,
en medio de aguas saladas.
Sobrepasar horizontes,
buscando en extraños mapas.
Escuchar a las sirenas
que no existen y no cantan.
Volar como mariposas,
entre flores por libarlas.
Sobrevolar a la altura,
dejando atrás las montañas.
Coger rosas sin espinas,
muy bellas y perfumadas,
sabiendo que es utopía,
mas su tacto nos encanta.
Colores del arcoíris
y del rosicler del alba.
Aromas de lindas flores
que la pradera engalanan.
Volar cual los pajaritos
para posarse en las ramas.
Viajar a ignotos lugares,
descubrir gentes extrañas.
Amores y amoríos...
¿Se es feliz cuando se ama?
Cuando se ama de verdad,
se nos alegra hasta el alma.

   Felicidad, bella flor,
exquisita y perfumada,
mas pocas veces florece
y si consigues tocarla,
se deshoja entre las manos
y ya no puedes gozarla. 
Sólo  un momento de dicha,
mientras pensabas lograrla,
quedando un sueño truncado,
quedando ilusión frustrada,
quedando sabor agridulce,
con sensación algo amarga.
Ver que al florecer fenece,
ver que lo deseado es nada,
ver que lozana y hermosa, 
vuelve al polvo deshojada.
Ver que poseerla no puedes,
a pesar de desearla.
Ver que lo bueno es fugaz,
ver ilusiones tronchadas
y pocas, muy pocas veces,
lo que se desea se alcanza ,
o te dura un instante
para que desees soñarla.
Soñando ya nos concede
lo que a cada cual agrada.
Quien pide poquita cosa,
es más sencillo encontrarla,
Una gota de rocío,
es bella cual  esmeralda
y es muy fácil conseguirla,
cada día en la madrugada.
Cada cual con su deseo,
aprovechar, pronto pasa.
Miosotis* en sepulturas,
nunca sirven para nada.

   Mas seguiremos soñando,
con esa flor tan extraña
que nadie describe exacto
y es por todos deseada.
Es estrella refulgente
que de cuando en cuando pasa
y nos obsequia su brillo,
bello instante nos regala,
mas aunque nos ciega un rato
vivimos para añorarla.
Así es la felicidad,
cuando llega, emborracha. 
Es por eso que seduce
y seguimos anhelándola,
porque hemos sido creados,
para algún día alcanzarla.
Son enigmáticos sueños,
pero no es ilusión vana.
   
  * Miosotis o nomeolvides, es el nombre de una pequeña flor que nos recuerda a los difuntos.

Olvido y perdón

   Cuando te clavan espinas,
muy dentro, en el corazón
sin comprender la razón,
a razonar, mal atinas.
   Son momentos de dolor,
los sueños se desvanecen,
las ilusiones fenecen,
estoy viviendo un horror.
   Tengo rictus de amargura,
al ver frustrado mi anhelo,
mi decepción clama al cielo,
voy a perder la cordura.
   No entiendo por qué han actuado,
con saña y resentimiento,
muy vil su comportamiento,
dañino y envenenado
   Las espinas, peor que dardos,
hasta el alma me han herido,
mucho sufro y he sufrido,
estoy quemándome y ardo.
   De pronto un alivio siento,
es absurdo lo que han hecho,
quiero olvidar mi  despecho.
Generoso sentimiento.
  Ya no hay dolores por dentro,
hay sonrisas y alegría,
se ha acabado la agonía,
limpia a mi misma me encuentro.
   Qué pena dan ciertas vidas,
gozan haciendo sufrir...
¡Qué hermoso hacer sonreír,
ser bálsamo en las heridas!
   La terapia es el olvido
hasta poder perdonar.
Si eres fuerte para amar,
disfruta, lo  has merecido.

Las abejas

   Buen ejemplo dan en todo
las laboriosas abejas.
Siempre volando entre flores,
siempre entre las flores vuelan,
soñando en hacer las mieles
en su casa, la colmena. 
Volando recogen polen,
al vuelo liban el néctar.
Primero, cera fabrican,
para construir las celdas
donde depositan miel
y  allí en ellas lo almacenan.

   Nunca dejan de volar
ni de cumplir su tarea,
aunque los zánganos zumben 
y no les guste la reina. 
La  laboriosa abejita,
de hacer rica miel no cesa.
Miel, exquisito manjar
con el que nos obsequia.

   Algún enemigo, ataca,
otros atención no prestan, 
ni agradecen tantos dones,
cargados de esencias buenas.
Es ejemplar su conducta,
otro regalo que entregan.
Laboriosas y constantes,
ordenadas y perfectas.
No sólo fabrican  miel,
al llegar la primavera
polinizan a las flores, 
sin esto, no habrá cosechas.

   ¿Qué más se puede pedir?...
Ellas en el mundo ,reinas.
Un mundo que no las  cuida,
un mundo que si envenena,
un mundo que no valora
lo que hacen nuestras abejas.
A pesar de nuestro olvido,
siguen fieles su tarea.
Metáfora del AMOR, 
dan, sin pedir nada a cuenta.

Tiempo

   Día a día, inexorable,
pasa muy rápido o lento.
En el reloj, es cual es,
no así en interior nuestro
que se deja influenciar
según cual sean los momentos.
Mas todos los calendarios,
más  relojes, marcan tiempos.
El tiempo es lo que es,
no lo que sintamos dentro.

   Inquietud y nerviosismo
mirando al reloj con miedo,
mas sin dejar de mirar
pero aún mirando, no viendo.
No podemos eludir
dolorosos sentimientos,
ni largas horas de espera,
amargas, con sufrimiento.

   El reloj nos marca tiempo,
mas el tiempo...  No es el tiempo
la causa de mis desdichas,
puede ser  tregua a  tormentos,
o puede ser casi alivio,
si de algo está dependiendo.
No llegan aclaraciones 
por los puentes del misterio,
tal vez algo se  desvela,
cuando pasan los momentos
de dudas e incertidumbres,
con un  fuerte olor a infierno.

  Una hora es una hora,
sesenta instantes al vuelo,
pero a veces un minuto,
basta para cumplir sueños.
Ese instante es prodigioso
nos trae aroma de cielo.

   El sol llega cada día, 
sea verano o sea invierno,
pero no a la misma hora,
se hace rogar en invierno.
El tiempo siempre es el mismo,
pero cambian los aspectos 
con que adornamos la vida,
desde el día que nacemos.
Ahí esta la diferencia,
si pasa rápido o lento.