Canto a la libertad

   Puedo alzar vuelo, soy libre,
ya no me amarran cadenas.
Siempre fui libre acá dentro,
me han cortado las de fuera,
estas que me habían atado
con gran saña y a la fuerza. 
Parásitos de lo justo,
vampiros de sangre ajena
impiden que seamos libres
para lucrarse con ella
y no me matan temiendo
que alguien corte su cabeza. 

   Los que amamos la verdad,
caminamos en su senda
y a lo largo del camino,
vamos siguiendo las huellas
de los que nos precedieron
cortando amarras y rejas,
defendiendo libertades,
impugnando las condenas
que el egoísmo de algunos
impusieron con violencia
bajo apariencia larvada,
de proteger la pureza
de las leyes, de las Patrias,
no sé que derechos, cuentan. 
Con la verdad, por justicia,
la libertad, libre queda. 

   Ahora cada cual es libre,
a ver como se maneja
este precioso tesoro,
que es de nuestro ser, herencia. 
Igual que es nuestra la sangre, 
la libertad es muy nuestra,
hemos de procurar siempre
que la voluntad sea dueña. 
La voluntad es la flor
que cada cual cuida y riega. 
Si muere por falta de agua, 
la libertad se reseca
y sin fuerza, sin vigor,
cualquier ladrón se la lleva. 

   En cambio, seremos libres
si la voluntad impera
defendiendo nuestro ser,
lo que cada cual desea.
No un momentáneo capricho
que a la libertad aliena. 
Alcohol, drogas y otros vicios,
nuestro buen juicio alteran.
Son los verdugos que amarran 
con invisibles cadenas
que coartan la libertad
y a la esclavitud condenan. 

   Hoy alzo el vuelo consciente,
con libertad dentro y fuera.
Me guía mi voluntad 
y la verdad es mi meta. 
La elección será la justa,
lo que mi mente desea. 
Un canto a la libertad
que elige la ruta recta.

Virgen María

   Brillante estrella del alba,
del anochecer lucero.
Virgen de vírgenes santas,
flor que brota en el desierto
humilde cual la violeta
que crece pegada al suelo,
más pura que la azucena
que ofrece hermosura al cielo.

   Pero ante todo, eres Madre,
Virgen fiel al Padre Eterno.
Escuchaste su palabra
y consentiste al momento.
Cumpliste su voluntad
y en ti, " SE HIZO HOMBRE EL VERBO".
Dios Hijo en ese instante,
tomó Cuerpo de tu cuerpo.
Sin pecado concebida,
Virgen y Madre... ¡Misterio!
Nunca ha ocurrido algo igual, 
en este pobre universo.  
Maravillas del Señor,
fuiste María el mejor templo.

   Nosotros amada Madre,
como hijos tuyos queremos,
darte las flores más bellas
que en el corazón tenemos.
Al dártelas, ¡Oh María!
Jesús se alegra por ello.
Bendita Madre de Cristo,
Dios y Cuerpo de tu cuerpo.

Flor entre flores

   María, Dios te hizo pura,
madre suya e inmaculada
y te llenó de hermosura,
por ser tu la hija amada.

  Eres Madre del Buen Dios,
porque EL, así lo quiso,
Cristo te hizo Madre nuestra
y aceptaste el compromiso.

  Pues eres de entre los nuestros,
la más cercana al Señor,
pide para nuestras almas,
la fe, la esperanza, el amor.

  Como es mayo  traemos flores,
como el regalo mejor,
con ellas nuestros amores
te alaban y dan loor. 

  Acepta este pobre don
que con cariño  te damos, 
son flores del corazón
que con alegría entregamos. 

   Flor bella, Virgen María,
mujer, la flor de los cielos,
protégenos noche y día,
danos tu luz, tus consuelos.

Flores para María

   Va acabando el mes de mayo,
la primavera culmina
regalándonos las flores
a millones y exquisitas.
Bellezas indescriptibles,
variadas y muy bonitas.

   Como es un mes muy hermoso,
la Iglesia se le dedica
a nuestra Madre del cielo,
la siempre Virgen María. 
Ella es flor entre las flores, 
y más que ninguna  linda,
así la hizo el  Buen Dios,
por ser mujer elegida
para ser Madre de Cristo
que a redimirnos venía. 
En su cuerpo virginal,
Dios y hombre, Cristo, se unían. 
Cristo que vino a salvarnos,
como madre la escogía. 

   Mujer de fe, fiel a Dios,
acepta cuando EL la invita 
a ser madre sin varón,
no lo entiende, mas se fía
de la Voluntad del Creador
y se entrega a EL de por vida. 
A Dios dio su sangre humana
la más grande maravilla
que ha ocurrido en este mundo....
¡Dios y Ella, protagonistas!. 

   Los cristianos valoramos
la consagración  bendita
que ofreció al Salvador 
y que ahora nos dedica. 
Somos sus hijos amados
a quienes con amor cuida.
Nosotros, pobres en dones, 
como falla nuestra vida, 
al menos queremos darle,
estas flores escogidas,
recogidas con cariño,
son preciosas y muy limpias,
como queremos que sean,
nuestra alma, nuestra vida
y ofrecerla con las flores 
a nuestra Madre, María. 

   Acepta esta pobre ofrenda,
sincera, aunque sencilla.
Con las flores nuestras almas,
Madre con tu amor, cobíjalas. 

El esfuerzo ya es premio


   Olvidando  nostalgias
que evocan otros tiempos, 
me dispongo a partir,
dando vida a un deseo.
Sin absurdo equipaje,
alto, muy alto vuelo,
en alas de quimeras,
con arrullos del viento,
del sol, suaves caricias
y corazón sincero.
Sin brújula, sin mapas,
sigo rutas de ensueño
trazadas en el aire,
cumpliendo así mi anhelo. 

   Dejo atrás añoranzas, 
dejo hermosos recuerdos, 
viviré mi ilusión,
realizaré un deseo,
sobrevolar las cumbres
hasta tocar el cielo.

   Tal vez sea una utopía, 
pero al menos lo intento,
luchando con pasión,
sin restringir esfuerzos,
con alegre esperanza,
dando vida a mis sueños.
Si el temor me acobarda,
seré presa del miedo,
no me perdonaré, 
sucumbir al intento. 
Al menos lo he intentado,
intrépido me siento,
seré osado, valiente,
lucho por lo que quiero.
tal vez no lo consiga,
vano será mi esfuerzo,
pero habré conseguido,
sobreponerme al miedo.

  Sólo quienes luchamos 
merecemos el premio. 
Si alcanzamos la meta, 
se hace real nuestro sueño
y si no la alcanzamos,
ya hicimos algo bueno,
luchar por lo que creemos,
con ilusión y empeño,
y aunque no lo tocamos, 
divisamos el cielo. 

Mundo onírico


Los sueños son el refugio
si estamos  entristecidas,
buscando algo agradable
que nos  proporcione dicha.
También ardiente deseo
de  lo aspirado en la vida
que mientras llega, o no llega,
los sueños nos lo aproximan.

   El mundo onírico es bello,
belleza que nos fascina
y al despertar a lo real,
la  alegría se disipa.
No es esto lo que nos gusta
para vivir nuestra  vida.
Tras disfrutar en los sueños
tanta belleza exquisita,
la realidad es muy triste,
nos sentimos  compungidas.

   Todo concuerda en los sueños,
los deseos se realizan,
los  anhelos vuelan alto
y las estrellas conquistan.
Vuelo raudo al  descender,
al reino de fantasías,
aquí es donde disfrutamos,
anheladas  utopías.
Nuestros  gustos  satisfechos,
nuestras  ansias ya cumplidas,
todo es armonía y paz,
aquí las penas se olvidan.
Adornamos con detalles
que al soñar  apetecían.
Los que pasan a mi lado,
con entusiasmo caminan
dedicándonos contentos
una sincera sonrisa.
Todos juntos de la mano,
por linda ruta florida,
sin tropiezos, muy hermosa,
sin duda, una delicia.

   Los sueños son ilusiones
que en nuestra alma dormitan
esperando el minuto
de aparecer como vivas.
Sabemos que son quimeras
las alegrías que nos brindan,
elixir de los momentos
sedientos de agua y de dicha,
pero apagan nuestra sed,
aunque engaño, son bonitas.
Son  espejismos de ensueño
que al despertar no se olvidan,
dejan huellas en la mente,
a veces huellas benditas
que nos marcan el camino
deseado en nuestra vida.

  Aunque los sueños, son sueños,
soñar es una delicia
y sólo en esos momentos,
es completa nuestra dicha.
No son estos sueños reales,
sabemos son fantasía,
pero otros sueños señalan,
la senda a meta querida,
animando, entusiasmando
para lograr conseguirla.
Ambos sueños son hermosos,
estimulan y fascinan,
regalan bellos momentos
que al vivir se necesitan.