Felicitación de Navidad

 Amigos del blog, 

¡FELIZ  NAVIDAD!  

¡ALELUYA,  ALELUYA!


   Este año no tengo poemas navideños, nuevos.  Si a alguien le apetece, en el blog,  donde pone buscar, se pone Navidad y salen varios. 
   Vivamos con alegría , en especial , estas fiestas que nos recuerdan lo que es el "AMOR"  y el celebrarlo en familia. ¡ALELUYA,  ALELUYA!
    Un saludo con mis mejores deseos. 
    Crucita 

Feliz Navidad


     ¡FELIZ  NAVIDAD!

  Pidamos que Dios que se hizo hombre por amor, nos conceda lo mejor. 
 Si donde pone buscar, escribís Navidad, os van a salir, poemas del tema.
 Ahora quiero compartir, uno que me gusta mucho y del que desconozco título y autor, al que agradezco algo tan hermoso. Si alguien lo sabe, por favor que me lo diga. Gracias.
   
    Crucita
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   Y la noche de las gentes,
sigue ajena a tus estrellas
y tu voz sigue encontrando
desiertos cuando resuena...
Mas tu Señor de la historia,
sigues viniendo a la tierra,
sigues pidiendo posada
en una calle cualquiera
y estás a la puerta y llamas
como aquella vez primera.

   Esta vez para esperarte
voy a encender tres hogueras.
Una en lo alto del monte,
será la esperanza en vela
para leer desde lejos,
los signos de tu presencia;
para descubrir tu rostro
en todo rostro que vea;
para alertar tu venida
como hicieron los profetas.

   Pondré otro fuego encendido
al borde de la vereda,
o en el cruce, donde a veces,
se pierde el paso y la espera.
Y será un fuego de paz
con una llama serena,
porque la paz es camino
que siempre a tu encuentro lleva.

   En el centro de la plaza
a donde las gentes llegan
a buscar, aún sin saberlo,
la felicidad que anhelan,
pondré un fuego de alegría
entre canciones de fiesta.
Quemaremos injusticias,
egoísmos y barreras
y seremos los testigos
de tu Amor que es Buena Nueva.

   Y la hoguera de mi casa,
espero que tú la enciendas.
Alienta el pobre rescoldo
con tu soplo que recrea.
Quema ya todo lo viejo
y haz todas mis cosas nuevas.
Que tu palabra arda dentro
para gritarla hacia fuera
y que tu fuego Señor,
alumbre la tierra entera.

Metáforas y realidades


   Capullo que se abre a un mundo
de tormentas que avasallan.
Tú, impoluto y alegre, 
nos das belleza lozana.
Los capullos y los niños,
en esto mucho se igualan.

   El mundo los estropea 
con atmósfera viciada , 
con riegos de aguas sucias
podridas y envenenadas.
¡Qué difícil es la vida 
en circunstancias tan malas!
Aire y agua contaminan, 
las consecuencias, nefastas.

   Los niños y los capullos,
necesitan paz y calma, 
no un mundo sucio y podrido...
Atmósfera limpia y clara.
El amor trabaja y limpia, 
jardín y cuna prepara. 
Luego con fe a Dios pedimos
que nos salve, pues nos ama. 

   Así pensaba una abuela, 
por todo ello, preocupada, 
más como un don de su fe,
volvió a ella la esperanza. 
Y le brillaron los ojos
alegrando su mirada,
de nuevo ha sonreído,
dulce, tierna, ilusionada.
Volvió la mirada al cielo 
y refleja luz su cara. 

   Pletórica de alegría, 
nos compartió estas palabras:
Pimpollo de mi rosal,
incipiente flor temprana,
eres mi dulce alegría, 
fruto de amor y esperanza,
prolongación de mi vida,  
regocijo de mi alma.
A ti te creó el Señor, 
dentro de fértil entraña 
junto al  amor de tus padres,
Dios te creó, pues te ama.
Nunca lo olvides mi niña, 
linda rosa, flor temprana.

Soñando vivo mis sueños


    En mi paseo matinal, 
camino hacia la playa, 
aquí a la orilla del mar
que algo siempre me regala,
silente a él  me acerco 
disfrutando sus bonanzas.
Sus aguas  tan olorosas
jugando con olas blancas.
Me embelesan sus murmullos
que dan calma y relajan. 
Voy buscando paz, sosiego
para  serenar el  alma.

   Hasta el ambiente es propicio, 
sin ruidos que molestaran. 
Siento un dulce placer,
aroma de mar y playa.
El murmullo de las olas,
es cual sirenas que cantan.
Un relativo silencio
me lleva donde deseaba. 

No puedo ver horizonte,
brumas lo difuminaban.
Me siento aislada del mundo
mis sueños se despertaban 
y unidos a mis recuerdos
de mi mente se adueñaban.

  Los recuerdos y nostalgias
de épocas ya pasadas.
Las alegrías presentes
que siento volando pasan.
Las ilusiones  que anhelo, 
quiera o no quiera, me enganchan.
A veces, todo se mezcla, 
la imaginación alarga 
estos momentos de dicha
que mi alma  deseaba,
soñando cual jovencita,
adolescente alocada.

   Aquella niña de ayer...
¿Consiguió lo que deseaba?...

   Se han cumplido muchas  cosas,
otras fueron denegadas.
Algunas  tomaron vida, 
aunque algo desfiguradas.
Las demás, en laberintos,
perdidas, sin encontrarlas. 
Sólo quedan los recuerdos, 
de sentidas remembranzas
de los seres tan amados,
nunca se olvida a quien se ama. 

   Hubo momentos felices
y cayeron muchas lágrimas.
Esto ayuda hoy vivir,
tal vez a llorar mañana,
pero es nuestro íntimo ser,
sólo Dios ve nuestra alma.

   El presente una delicia,
aires de mar y montaña,
sosiego que favorece
y regala paz y calma. 

   La mente sigue pensando,
la mente nunca descansa
y nos acerca los sueños,
estos vuelan , corren, saltan
despertándonos con mimo
con caricias deseadas.
Los sueños son incansables, 
los sueños nunca se gastan
y nos presentan sus flores, 
cual anhela nuestra alma.

   Soñé, soñé largo rato, 
también  sueño siendo anciana.
Lo que hoy los sueños me ofrecen
es una dulce esperanza,
lo que mucho necesito, 
lo que la fe me regala
y pido a Dios me acompañe,
hasta cuando esté en la playa. 

   Este elocuente silencio,
dice más que quienes hablan
sin pensar en lo que dicen, 
pues tienen dormida el alma. 

    Soy esa joven de ayer,
soy esa niña lejana,
soy esa mujer adulta,
soy una persona anciana,
soy todo y hoy lo vivo
con alegría y esperanza.
Sé muy bien que en este mundo,
todo lo que llega, pasa.