Enseñan a volar

En el día internacional del libro,
sueña y vuela hasta donde el libro te sugiera
y tu imaginación anhela.


    ENSEÑAN A VOLAR 

   Te tengo abierto entre manos,
la curiosidad apremia,
has despertado mi anhelo,
de llegar a las estrellas.
Soñando al leer tus letras,
quiero volar de ellas cerca.

   Siento inquietud interior,
suave voz, constante llega
animándome en mi sueño,
vivir lo que el libro cuenta.
Dulces palabras me dicen
que haga lo que él me enseña.
Leo con gran atención,
el libro cual mapa muestra
unos senderos hermosos
que son de su autor, las huellas.
Sigo en ellas transitando,
vuelo... leyendo se vuela.

   Si soñamos con los libros, 
alcanzaremos estrellas.
estas sólo las consigue
quien al leer un libro, sueña.

Tras ellas busco respuesta

   Las estrellitas del cielo,
rutilantes centellean,
brillan y alegran el alma,
cuando la noche es muy negra.
A quien no duerme en la noche
a quien en la noche vela,
a quien busca soluciones,
tal vez ellas den respuestas.
Cada cual con sus enigmas,
soñando que ellas contestan.

   A los tristes acompañan
en su profunda tristeza,
aunque amarguras no quitan,
silentes alivian penas.
A quien goza y disfruta,
con alegría verdadera,
de júbilo llenan su alma,
sintiendo a la gloria cerca.
Con los furtivos amantes,
muestran guiños, coquetean,
así en la noche oscura,
ven al cielo en las estrellas.

   ¡Qué misteriosa es la noche!...
Las estrellas parpadean,
los luceros hacen guiños,
la luna es muy coqueta
y yo despierta soñando,
hasta que el sol aparezca.
Soñando miro hacia arriba,
por si obtengo la respuesta.

El mejor regalo

  Estrella en la noche, 
lucero del alba,
sol a mediodía,
tarde perfumada.
Eso eres mi niña
y tantas y tantas
bellezas que tienes
y al pasar regalas.

   Cual flor en desierto,
al mundo engalanas;
eres niña linda,
azucena blanca;
sonrisa de ángel,
adorna tu cara;
poesía en movimiento
cuando juegas y andas.

   Toda esa hermosura
en tu cuerpo y alma,
son rayos de sol
en limpia mañana.
Alegría de un mundo,
esa luz que irradias;
tu dulce sonrisa,
con penas acaba.
Sonríe mi niña,
flor de la esperanza,
capullito abriendo, 
lucero del alba,
precioso arco iris
y noche estrellada.

   Fruto del amor
y promesas santas;
poesía en movimiento,
poema, verso en danza;
virginal pureza,
impoluta y blanca;
rosicler de aurora,
color de alborada.
Candor e inocencia,
rezuma tu alma;
eres un regalo
que al mundo entusiasma;

   Eso eres mi niña
cuando alegre pasas
y muy generosa
tu gozo contagias.

   Mientras haya niños,
habrá alegría santa,
porque son amor
y eso nos regalan.
Amoroso  fruto,
signo de esperanza,
aroma de cielo
que a este mundo alcanza.

  No mates a un niño,
lindo en cuerpo y alma,
entrega tu vida
y a los niños salva
de morir por odio,
egoísmo que mata.
Ellos son amor
y amor nos regalan.
Son pura inocencia,
inocencia santa.

   Bondad exquisita
don que nadie iguala,
por eso eres niña,
flor de la esperanza.

¿Qué nos queda?

Nacen flores por doquier,
estamos en primavera,
florida fertilidad,
brotan fuertes hasta en piedras.
En los campos y jardines,
exuberancia y belleza.

   Mientras tanto en este mundo
hay preguntas sin respuestas,
flores marchitas, podridas,
flores sin vida ya secas.
Noches oscuras del alma,
grandes enigmas, quimeras.

   No todo es hermosura,
cuando la noche es muy negra,
cuando el día es triste y gris
y al sol le ocultan las nieblas.
Soledad, duros momentos,
la alegría se tambalea.

   Sin ilusión y sin sueños,
no hay poesía ni poemas.
La primavera que es vida,
arrastra esperanzas muertas.
Muertas esperanza y fe,
si no hay amor, ¿Qué nos queda?

Regalos de cada día

   La sabia naturaleza regala,
la primavera hermosa y florida.
Regalo bien repleto de bondades,
para el mundo que entre nieblas dormía.

  Aires frescos perfumados  de  aromas,
acariciando como suave brisa.
Campos cuajados de preciosas flores,
que abren corolas al llegar el día,
adornadas con gotas de rocío,
culmen de belleza y de poesía.
Arboles frutales que en ramas desnudas, 
hermosísimas flores ofrecían,
promesa de las frutas otoñales,
frutas variadas, sabrosas, muy ricas.
Pajaritos construyendo sus nidos,
cuna y cobijo de las nuevas vidas.
Cervatillos que corren a las fuentes
para saciar su sed con agua limpia.
Tenue zumbido de abejas obreras,
buscando sin tregua la flor preferida,
para libar su polen, rico néctar
y obsequiarnos con su miel tan exquisita.
Mientras tanto, al volar de flor en flor,
el polen que otras flores necesitan
van soltando,mutuo regalo se hacen,
con polen miel, con polen polinizan.
Se arrullan las palomas en las plazas,
quien sabe si también ellas suspiran.
Imaginamos momentos gozosos,
complacidas con cortejo y caricias.

    Nívea blancura en las cumbres nevadas,
antes que el calor del sol las derrita
y se vuelva el agua tan preciado,
agua pura, muy limpia, cristalina,
elemento esencial y necesario,
sin el cual, es imposible la vida.

   Bucólicos detalles en el campo,
donde aire  muy puro se respira,
muchas  flores, aromas  diferentes,
hermoso colorido en armonía.
Distintos sonidos, música suave
que nuestros oídos, acaricia y mima.
y nos evade aunque sea un instante,
de este mundo cargado de inmundicias
y nos eleva en soñado vuelo,
a la antesala del cielo ¡Qué alegría! 
    
   Estos recuerdos, guarda mi memoria,
 tras tocar el paraíso y sus delicias.
Volverá  la primavera cada año,
volverá despertando la alegría
al contemplar en ella la belleza,
al despertar las conciencias dormidas,
animando a seguir en este mundo,
en cruda estación o en estación linda.
Tras el frío invierno llega exuberante,
la primavera, musa de poesía,
acercándonos el cielo a este mundo,
regalando belleza a nuestras vidas.

   Todo llega, todo pasa...Soñemos
que algo hermoso ocurre cada día,
el amor como las flores, darán fruto...
Con amor te regalo mi sonrisa.

Vivir para amar, es cielo

   Quisiera morir por amor,
morir por amor yo quiero,
o vivir y ser feliz,
siempre por amor viviendo.

   Cuando de verdad se ha amado,
seguir amando es anhelo
que sentimos muy profundo,
aquí dentro, dentro, dentro.
Si de verdad es  amor,
no se borra con el tiempo,
no es hoja de árbol caída
que vuela en alas del viento.
No se pueden olvidar,
las vivencias y recuerdos
grabados en nuestra alma,
acariciados por sueños.

   Olvidar ciertas personas
a veces es gran remedio,
mas seguir amando siempre,
porque amar es lo más bello,
lo que produce ternura,
lo que nos acerca al cielo.

   Si el ser amado es indigno...
Deja que pase algún tiempo
y comprenderás con agrado
que no perdiste un momento
pues regalaste tu amor
y eso deja un rastro bueno.
Es una huella florida
que perfuma el universo
y nos da ratos de gloria,
amor tan intenso y bello.

   Tal vez sea lección amarga,
si otros no correspondieron. 
Muchos no quieren amar
con amor puro y sincero,
el que colma de alegría,
el culmen de los deseos.
Otros viven en su nube,
lo que es amar no aprendieron,
no se preocupan por nadie,
nunca ofrecieron consuelo.
¡Qué pena, nunca sabrán,
lo que es un amor sincero!

   Pasamos horas soñando,
damos ala a los deseos
cual castillos en el aire,
a merced de fuertes vientos.
Si soñamos con amar
con un amor verdadero,
aunque no nos correspondan,
lo que es amar, aprendemos.

   No todos desean  amar,
hay dolor en el intento.
Quieren rosas sin espinas,
en verano y en invierno,
con delicados colores
y aroma que quita aliento.
Las rosas y nuestra vida,
piden cuidados desvelos.
Nos regalan su perfume
pero hay que pagar un precio.
Si el precio es el amor,
más que precio, es un premio.
Amar, la mayor fortuna,
amar es un privilegio
que pocos ven como tal...
Nunca el amor conocieron.

   Nuestro camino es de rosas,
que cubren nuestro sendero,
pero que tienen espinas
que se clavan dentro, dentro.
Rosas y espinas van juntas,
como dicha y sufrimiento. 
Amemos  con todo el ser,
aunque suframos por ello.
La herida de amor punzante,
cicatriza en poco tiempo
y el gozo de haber amado,
es lo mejor de lo bueno.

   No es dicha querer olvidar,
puesto que es vivir muriendo.
Morir de amor, por amar,
es ir de un cielo a otro cielo.

Liébana, mi cuna

   Cuando de dormida sueño, 
vuelvo a la infancia lejana.
¡Qué misteriosa es la mente,
aún en sueños me agasaja!
Legan sonidos y olores,
llegan bellas remenbranzas,
por los puentes misteriosos,
se acercan hasta mi cama.
Realidades, fantasías,
composiciones muy raras.
Mas siempre hay algún recuerdo,
donde el  inconsciente basa,
los castillos en el aire,
donde habitan los fantasmas
que acuden en negras noches,
cuando nuestro ser los llama.

   Nunca jamás, si hay recuerdos, 
se borran los de la infancia. 
Para tristeza o placer, 
se grabaron en el alma,
no los arrastra el olvido,
puesto  que el amor los graba..

   Cuando sueño de despierta,
sueño y recuerdos se enlazan.
Regreso con mis recuerdos, 
flores bellas perfumadas,
cual las rosas, con espinas,
pero siempre deseadas.
Son las huellas de mi vida,
vivencias que dejan marcas.
Las sigo con alegría
aunque sienta la nostalgia,
de hermosas horas vividas
que me evocan añoranzas.
La memoria es selectiva, 
me acerca lo que deseaba.

   Vuelvo a los profundos valles, 
verdes laderas, montañas,
pétreos y plateados picos 
con perpetuas nieves blancas.
Aguas puras, cristalinas,
impolutas y muy claras,
nacen en pequeñas fuentes,
emergen de las entrañas, 
de estas tierras lebaniegas
donde al discurrir,  bien cantan.
Acarician a las piedras, 
bailan  milenarias danzas,
saltando  arroyos y ríos,
reflejando cuando pasan
la incomparable belleza, 
donde su curso se encuadra.
Han brincado entre las rocas,
formado bellas cascadas,
regado tierras resecas
siendo siempre deseadas.
Son poesía en movimiento,
poema la tierra que bañan. 

   Sus pequeños bellos pueblos,
tesoros de estas montañas
que los brindan su regazo,
donde sus gentes descansan,
guardan valiosos vestigios, 
de  otras épocas pasadas. 
Mil historias y leyendas,
mil veces mil ya contadas, 
por los abuelos y padres
a los niños que escuchaban 
con interés y respeto,
por eso llegan al alma.

   De las torres medievales, 
se oyen historias y hazañas.
Bellas iglesias y ermitas
de una fe firme nos hablan.
Algún palacio y casonas,
hidalgos, poetas, armas.
Nobleza de ilustres gentes,
nos lo recuerda la heráldica.

   Lo religioso y profano,
muchas veces se mezclaba,
entre sombras escondido,
enigmas que nadie aclara.
Otras veces es fecunda
esta fe, cultura santa.

   En los rincones selectos, 
que en cada pueblo ensalzan,
se lee nuestra propia historia,
con leyendas bien contadas.
No se olvida lo ancestral,
familia a familia pasa,
y al calor del dulce hogar , 
a sus descendientes narran.

   Quiero soñar con sosiego,
lo que mil veces soñara:
poder sentir en silencio
lo que me pide mi alma..
Sueño dulce y despertar
al primer rayo del alba, 
habiendo cantado el gallo, 
a las seis de la mañana. 
Los pajaritos canores,
ofrecen suaves tonadas,
cada cual su sinfonía, 
melodías refinadas.
El arroyo más cercano,
fluye sin prisa y sin pausa,
dejando sutil sonido,
notas tenues y lejanas.
Si me acerco hasta su orilla, 
viendo como corre el agua,
vuela la imaginación,
a donde ella deseaba. 
Recuerdos, reminiscencias,
pasado que dejó marcas.
Sueños y anhelos que evaden
mientras contemplo las ramas
de un árbol exuberante
que su sombra me regala.
No hay reproches, todo fluye, 
pues con la corriente marcha.,
Es gran parte de mi tiempo, 
los sueños o remembranzas.

   Llega un lejano tañer,
desde  lejos la campana
a oración silente invita,
quien ora, a Dios alaba.
Los abuelos muy devotos, 
siempre el Angelus rezaban,
aún trabajando en el campo, 
para orar, siempre paraban.
Seguían sembrando sus tierras
con semillas y esperanza.
Muchas, darán cien por uno,
ya está la siembra premiada.
Algunas semillas, pudren,
así la cosecha falla.
Me da pena al comprobar
que apenas germinó nada.

   Por pedregosos caminos,
recorro rutas ya andadas,
buscando unas  bellas flores,
silvestres, no cultivadas.
Su sencillez y fragancia,
con su belleza se  iguala.
¡Qué colores y que formas!... 
¿Por quién fueron coloreadas?...
Gotas de rocío el las flores
con el sol de la mañana,
tienen encanto y poesía
pues reflejan irisadas.

   Me llegan ecos lejanos,
de horas no menos lejanas.
La familia, gran tesoro,
en pedestal colocada,
aunque me muerda el olvido, 
no reniego de mi casta.
Dormir al calor de hogar,
si Dios quiere, hasta mañana.
   
   Antes del amanecer,
escucho al gallo que canta,
despertador siempre alerta,
quien madruga se levanta.
Los animales despiertan,
los corderillos ya balan, 
caballo y yegua relinchan,
cabritillos, corren, saltan.
Todos piden alimentos, 
cerca las vacas ya pastan.
Escucho el fuerte ladrido,
del fiel perro que las guarda,
de todo ser bueno, amigo,
ante lo dudoso, ladra.

   La noche extiende su manto,
el sol ya su luz apaga.
Las sombras cubren los valles, 
también las cimas más altas.
Las rutilantes estrellas,
nos seducen y entusiasman.
La luna nos da el reflejo
de luz que el sol le regala.

   Blancura nívea en tus cumbres, 
en los valles, flor lozana.
Personas trabajadoras,
por lo general, simpáticas.
Rica Historia, buen presente,
en el futuro, confianza.
Tradiciones y respeto,
por nuestra historia pasada.
Amor a Cristo y su Cruz,
amor sublime a Quien Ama.
Amor a su Santa Madre
que a su Hijo nos regala. 
Amor a quien con amor, 
nos precedió y dio fama, 
con honorable  labor, 
reconocida o callada.
Amor a quien hace el bien, 
amor al que bien trabaja. 
Amor, amor, se oye el eco
de épocas ya pasadas.
Gentes que saben  amar,
nunca serán olvidadas. 
Por eso llevo a mi Liébana
con fuego y amor, grabada,
muy dentro, en todo mi ser
donde no sea borrada. 

   Sueño y me duermo tranquila
bajo la noche estrellada,
Sólo me despierta el sol
cuando llega la alborada.

   Las vivencias de la infancia,
siempre serán recordadas, 
y yo cuido de las mías, 
con admiración muy sana,
con cariño y con pasión,
como a todo lo que se ama.
¿Qué más se puede pedir?...
Tengo lo que deseaba,
lo que sueño en mis sueños
porque me lo pide el alma.