Palomitas


   Con deliciosos arrullos
¿Manifestación de amor?...
la palomita se entrega
llevada por la pasión. 
No entiendo si las palomas
sienten mutua atracción
o es el instinto que une,
unidos en uno dos
para perpetuar la especie
o en su cortejo hay amor. 
Sólo se que se conquistan,
con caricias, con tesón
 y que después de esa entrega, 
nacerá algún que otro  pichón. 

  Todo en la naturaleza, 
tiene un por qué, una razón
¡Qué alegría al  contemplar
lo que ocurre alrededor!
Hasta tierna palomita
cumple bien con su misión. 

Locura de amor


   Era amor tan loco, loco
que amor de locura era.
La  amada no corresponde,
buscando su amor se esfuerza. 
Sufre pero no se hunde,
saca de su amor, la fuerza.
Su  cáliz dolor rebosa,
llantos, amarguras,  penas.
Esas lágrimas apagan
fuego del amor, mas  dejan
brasas vivas en rescoldo
pues no todo el fuego quema
y entre húmedas cenizas
vuelve a prenderse una hoguera,
capaz de traer sensaciones
que sólo quien ama, encuentra. 

   ¡Qué hermoso el fuego  de  amor
y su dulzura que tierna!
Nada corta bellos sueños
si el enamorado sueña
con amor grande, sublime
que hasta soñando embelesa.
Si viaja en mares revueltos, 
va contra viento y marea
hasta vislumbrar el puerto
entre oscura y densa niebla.
En el puerto está su amor
o habrá excusado su ausencia
como mera cortesía
pues no vive ese amor ella. 

   Consciente del cruel  engaño,
su corazón aún desea
perdonar lo imperdonable
con amor y extraña fuerza. 
Siembra y cultiva esperanzas,
en árida y seca tierra.
No germinarán semillas,
no podrán  dar la cosecha.

   Su amor cual lluvia fecunda,
al estéril campo riega,
nacerá lo que sembró
en la dura sementera
y este fruto, cual su amor,
traerá sensaciones nuevas.
El amor, engendra amor, 
el amor, amor despierta. 
No le vence lo imposible...
¿Conseguirá lo que anhela?

Ya amanece

   Es triste el atardecer, el sol se ha ido,
las flores sin luz, pierden gracia y color, 
el ave ya pide descanso en su nido
y mi alma en la sombra te busca Señor. 

   Te busco Señor sin saber lo que quiero,
te anhelo ignorando que seas TU mi anhelo,
deseo ser feliz, mas sin Ti yo no puedo,
en mi alma luz y sombras se baten en duelo. 

  Te deseo y te llamo en mis noches oscuras,
confuso, es enigma, ¿por qué no estoy viendo?
Si  tu luz regalas a ciegas  criaturas...
Triste, desolado, hundido, nada entiendo.

   Negra oscuridad, arcano  y negro velo
que rompe suave luz que está apareciendo,
rodeada de misterio, en el alto cielo...
¡Ciego! ¿Acaso no ves  que está amaneciendo?....

   Esta es su respuesta, siempre misteriosa,
nos envía el sol, al alba con el  día,
así cada uno, ve su luz, clara, hermosa 
y encuentra en esa  luz, belleza y alegría. 

Nostalgia


   He vuelto al fuerte reclamo,
de recuerdos de la infancia.
Lejanos ecos me llegan
mezclados con añoranzas.
Regresé, estoy aquí,
desde niño me gustaba,
este rincón favorito
que muestran mis remembranzas,
donde todo es paz, silencio,
e inunda la alegría  el alma.
Donde el aire es limpio y puro,
nada lo contaminaba.
Donde el árbol es amigo
y la tierra está preñada.
Donde el rumor de las fuentes,
hermosa armonía guarda.
Donde mis ansias viajeras
dijeron que me llevaban,
porque yo pedía a gritos,
volver a mi tierra amada,
esa que nunca se olvida
porque en la infancia se graba.
   Sensaciones y emociones
a todo mi ser embargan.
Me ahoga misteriosa  fuerza,
siento un nudo en la garganta.
¿Por qué me fui me pregunto?...
Yo no me contesto nada,
sigo buscando respuestas,
mas siento que mi yo, calla.
 Los caminos de la vida,
ocultos enigmas guardan,
enigmas que se descifran,
cada minuto que pasa.
  El volver sobre las huellas
con nostálgica añoranza,
me recuerda que en el mundo,
todo llega y todo pasa.
El ayer no es como el hoy
el hoy no es como mañana.
Mañana, nunca sabré,
si mañana veré el alba.
   Misterio, todo misterio,
es lo que susurra mi alma.
Los recuerdos son las flores
que nuestra memoria guarda,
pueden ser lección que avisa,
en esa vía se resbala.
La experiencia me aconseja,
siempre debo escucharla,
pero nunca he de vivir,
añorando con  nostalgia.
Lo pasado ya no vuelve,
vive el hoy, sueña en mañana.  

Nos amamos


  Te quiero, me quieres,
los dos nos queremos,
nos queremos mucho
con querer  muy tierno.
¿Hay algo mejor?...
¡Aromas de cielo!

   Lo que es el amor,
hoy bien entendemos.
Lo mismo a los dos,
unidos sin miedo.
Lo tuyo, lo mío
olvidar, es  nuestro. 
Común será todo,
amor y dinero,
descanso, trabajo,
desayuno, almuerzo,
románticas cenas,
bajo los luceros. 
Pronto, al despertar,
unir los anhelos,
compartiendo siempre,
ilusiones, sueños,
alegría, esperanza,
tristezas y duelos,
cariño y pasión
en todo momento,
Cultivar  lo bueno, 
unir los esfuerzos,
mirarse a los ojos
con ternura en ello. 
Vivir cada instante 
un mundo de afectos,
con canto y poesía,
con música y versos. 
Siempre la verdad
que triunfe su reino. 

  ¡Qué bonito amor,
no lo rompa el tiempo!

Invierno con nieve


   Todos cubiertos de blanco
 los paisajes de mi tierra,
blancuras inmaculadas
que fuertes nevadas prestan. 
El invierno con sus fríos
cuando quiere hace presencia,
sus dones o sus peligros,
cada año  fiel, nos deja.

   Es consecuente, no engaña,
él, lo que tiene, obsequia.
Son muy valiosas sus nieves,
de ricas aguas reserva.
Protege el invernal sueño
de  sabia naturaleza
que reposa unos meses
para volver con más fuerza
regalándonos las flores
de la linda primavera.

   No todo es frío en invierno,
no todo es gris y tristezas, 
en los hogares hay vida
en torno a una hermosa hoguera.
Aquí el fuego aunque destruye
cumple su misión, calienta
y sus leños chispeantes
lejanos días recuerdan,
cuando al amor de la lumbre
con mucho amor se festejan
las reuniones familiares...
¡Cuánto cariño y entrega!

   Añoranzas y recuerdos,
calor humano y de hoguera,
mucho amor, mucha ternura,
remembranzas nos acercan.
No todo se ha perdido,
nostalgia y  reminiscencias
afloran en torno al fuego,
siguiendo profundas huellas. 
Huellas en la blanca nieve
y huellas en la conciencia. 

   El invierno triste y frío,
también tiene su belleza,
un manto de blanca nieve
cubre montes y praderas
con su níveo esplendor
donde hasta el sol se refleja. 
Hacia dentro la nostalgia
que dulces recuerdos deja,
una familia reunida
y una chispeante hoguera. 

Tu estás cerca


   Perdido en mares lejanos,
noche negra sin estrellas,
mi barco va a la deriva
sin faro que me haga señas,
sin rumbo fijo, al garete,
soledad y densa niebla.
¡Qué negro lo tengo todo,
ni un rayo de luz que vea!
Desolador panorama,
nadie hasta mi, hoy se acerca.
Recurro a DIOS y presiento: 
"Ten fe, confía y espera"
Lucha contra adversidades,
saca fuerza de flaquezas.
Todo parece en mi contra,
pero tengo SU PRESENCIA.

   SEÑOR, me veía solo,
abandonado, entre nieblas,
perdida en horrible noche
sintiendo que TU me dejas
en los brazos de la suerte
que se presenta muy  negra.

   Ya huyen los elementos,
ahora es el alba quien llega.
Gracias por la luz del día,
gracias por tu Providencia,
gracias por la oscura noche,
después la luz es más bella.

   Que no nos falte la fe
que sintamos TU PRESENCIA
que aún perdidos y al garete,
tengamos clara la meta.
En esa meta ¡Oh SEÑOR!
con todo amor nos esperas.
Quiero recordarlo siempre,
más, si las noches son negras,
aunque al acercarme a TI,
el silencio sea respuesta.

   Cuando me muerda el dolor,
cuando me aflijan las penas, 
cuando me encuentre muy solo,
se que tu puerta está abierta. 
Seguiré clamando al cielo
porque sé que TU estás cerca,
aunque no te vea nunca,
siento dentro TU PRESENCIA. 

Amor, no sólo embeleso


   Sentí que sentía de nuevo,
no está el corazón dormido,
los sentimientos afloran,
mi alma los presta auxilio. 
Fueron momentos muy duros,
me encontraba mal herido,
triste, desilusionado,
todo negro lo imagino.
Tanto amor, tanta ternura,
no los sepultó el olvido.

   Podrá morir la pasión,
podrá acabar el hechizo,
podrá no existir encanto,
podrá agotarse el cariño,
mas si el amor es amor
no disfrazado egoísmo, 
se levanta, alza el vuelo,
no teme a estos enemigos,
ni muere como las flores
con las heladas y el frío.

   Enamorado y amando
al otro como a ti mismo,
todo será siempre nuestro,
ni lo tuyo, ni lo mío. 
El bien del otro es mi bien,
a disfrutarlo juntitos
y si nos llega lo malo,
apoyarnos y a sufrirlo
siempre uno al lado del otro
y siempre, siempre, unidos. 

   Seguro que quien ha amado,
no añora lo que ha  perdido
y es el único que entiende
lo que es el amor que digo:
Entrega sin condiciones
como hacemos con los hijos
buscando el bien del amado
noche y día sin descuido.

   Sueña, confía, espera,
alza el vuelo a lo infinito
llevando en tu pensamiento
a los seres tan queridos.
No muere nunca el amor,
tal vez se duerma el hechizo,
mas el amor  le  despierta 
llamando al amado a gritos.
La llamada y la respuesta
generosas, sin caprichos.


  Amores acrisolados,
son los amores benditos,
enseñan  a las personas
a elegir un buen camino,
camino hacia la meta,
caminando siempre unidos.
Unidos por el amor,
preludio del paraíso.

Perdida entre flores

   Perdida entre flores...
¡Dejadme perdida,
porque entre las flores
gran paz se respira.
Encanto, belleza, 
aromas divinas,
hermosos tesoros
que alegran mi vida. 

  Preciosos jardines
o praderas lindas,
valioso regalo
que el cielo me  envía.
Entre flor y flor...
¡Qué bien se camina,
con gran optimismo 
y mucha alegría!

  Aquí, entre las flores,
hay paz y armonía,
preludio de cielo,
hermosura y dicha.
No se ve egoísmo,
nadie tiene envidia, 
ninguna es soberbia
aunque sea exquisita.
Todas generosas
sus galas prodigan,
ofrecen sus dones 
a quien las visita. 

  Amorosas flores
belleza a la vista
que sólo la aprecia
quien tiene alma limpia. 
Son bello regalo
que el Creador envía
para así  alegrarnos
un poco la vida.
Tantas variedades
y todas bonitas
Por tanta belleza,
muy  agradecida.

  Los niños, las flores,
el amor, la sonrisa,
son partes del TODO 
que alegra mi vida. 
Pasear entre flores
es gloria bendita. 
Si entre ellas me pierdo,
dejadme perdida. 

Lágrimas de madre


   Las lágrimas de una madre,
son más finas  que las  perlas,
se producen con amor,
brotan de ternura llenas
por un dolor hecho herida
que allá muy dentro se infecta.

   Como agua de mar saladas, 
recorren su faz serena,
silenciosas, sin gemido,
como ocultando su pena. 
Esos hijos... ¡ay los hijos!
van por torcida vereda
y la madre sufre y llora,
reorientarlos bien, quisiera.

   No hay amor como su amor, 
su amor es ternura, ofrenda.
Daría por su hijo la  vida,
nada hay que ella no hiciera. 
Esas lágrimas son joyas,
las más exquisitas perlas,
son una lluvia amorosa
que su corazón entrega.

   ¡Cuánto amor, cuanta ternura!...
Nunca  hay egoísmo en ella,
hasta las fortuitas  lágrimas,
procura que sean secretas
para no ofender al hijo
aunque es su causa directa. 
No hay amor como su amor,
con su vida nos lo muestra,
cuando llora a  escondidas,
cuando en el  silencio espera,
cuando sonrie y es  feliz, 
cuando por las  noches vela.

   Ni horarios ni circunstancias, 
férrea voluntad doblegan.
Es una gracia especial
que con los hijos les llega.
No se cansa, no se rinde
hasta que está satisfecha 
viendo feliz a su hijo
que es para su amor,respuesta. 
Ella es  modelo de amor,
cariño, ternura, entrega.
Lástima que algunos niños
en el mundo, no la tengan.