Amor, flor de mis sueños

   Nació en mi ser tal sentir
que lo he guardado muy dentro.
Con esto siempre soñaba,
siempre aparecía en mis sueños.
Era el oasis de mi vida
que yo buscaba en silencio.
Era sensación tan grata
que olvidarlo yo no puedo.
Era mi dulce refugio,
flor que abría aún en desierto
y perfumaba el ambiente,
dando alegría a mis tormentos.
Era todo y no era nada,
guía  para  mis sentimientos.
Era  amor, amor, amor,
el que nació acá por dentro.
Mi ser y mi actuar unidos
con él en dulce concierto.
El motivaba mi vida,
rezumando, paz, sosiego.
Cada instante así vivido,
vivía  un instante  muy  bello,
pues el amor me envolvía
cual manto de terciopelo.
Pasaba  noches y días
en un constante embeleso.

   Han transcurrido los  años,
hora a hora, mucho tiempo,
pero aquel amor soñado,
sigue presente en mis sueños.
Es la fuente de mi dicha,
es la flor que siempre anhelo,
es rosa que da el aroma
a lo mejor que yo siento.
Flor de amor, no se marchita,
no se seca entre mis dedos,
sus espinas no me pinchan,
no hieren lo que más quiero.
Sigue y seguirá alegrando,
a mis pobres sentimientos.

   Cuando se desea algo hermoso,
si no muere en el intento,
fiel, permanece escondido,
profundamente acá dentro
y aflora cuando soñamos,
animando a alzar el vuelo
por encima de las nubes
volando en el firmamento,
allí, donde amor florece,
maravilloso portento..
Recojo exquisitas flores,
las que en mi mundo no tengo,
las que siempre he deseado,
casi en imposible anhelo,
porque esa flor tan hermosa
y de aroma suave y tierno,
con nuestro frío se hiela,
sólo se encuentra en el cielo.
  
  Sigo y seguiré soñando
que sea amor quien siente reino.
No todo el sueño es quimera, 
a ratos es cierto, cierto,
porque al menos ese instante,
lo que soñamos, tenemos,
lo deseamos y sentimos
como si fuera ya nuestro.
Es que soñando vivimos,
lo deseado en el sueño.
Nuestros sueños nos regalan
lo que soñamos despiertos.
Aunque la flor sea fugaz,
dure sólo esos momentos,
en ellos hemos gozado
cual hecho real, el intento
y si el intento es amar...
¿Puede haber algo más bello?