Felicidad... ¿Sabes qué es?

   ¿Conocemos lo que implica
o solamente en palabra?
Lo subjetivo y abstracto,
la definición no es clara.
Alguno ambiciona todo,
otros, piden poco o nada.
Ensalzamos sin medida,
luchamos para alcanzarla
y obcecados en la lucha,
no damos cuenta que pasa.
Sabemos que está en el cielo,
mas también aquí se halla.

   Etérea, sutil, fugaz,
aroma que el viento arrastra.
Cuando piensas que ha llegado,
sin darte cuenta, ya marcha.
Efímera y caprichosa,
sueño que poco se alcanza.
Muestra partes de su rostro,
rara vez, toda su cara
y nunca total será,
mas, ¿si no es todo, es nada?

   ¿Qué es la felicidad?
Definirla, intención vana.
Cada cual a su manera,
la adorna y cuelga medallas.
Diferentes son los gustos
e intenciones de alcanzarla.
En sueños es una diosa,
todos queremos tocarla.
Bella ninfa en un jardín
que ni sombra le acompaña.
Despierta nuestros anhelos,
la desean cuerpo y alma.
Unos quieren tocar gloria,
otros, las cumbres doradas.
Algunos, profundidades,
en medio de aguas saladas.
Sobrepasar horizontes,
buscando en extraños mapas.
Escuchar a las sirenas
que no existen y no cantan.
Volar como mariposas,
entre flores por libarlas.
Sobrevolar a la altura,
dejando atrás las montañas.
Coger rosas sin espinas,
muy bellas y perfumadas,
sabiendo que es utopía,
mas su tacto nos encanta.
Colores del arcoíris
y del rosicler del alba.
Aromas de lindas flores
que la pradera engalanan.
Volar cual los pajaritos
para posarse en las ramas.
Viajar a ignotos lugares,
descubrir gentes extrañas.
Amores y amoríos...
¿Se es feliz cuando se ama?
Cuando se ama de verdad,
se nos alegra hasta el alma.

   Felicidad, bella flor,
exquisita y perfumada,
mas pocas veces florece
y si consigues tocarla,
se deshoja entre las manos
y ya no puedes gozarla. 
Sólo  un momento de dicha,
mientras pensabas lograrla,
quedando un sueño truncado,
quedando ilusión frustrada,
quedando sabor agridulce,
con sensación algo amarga.
Ver que al florecer fenece,
ver que lo deseado es nada,
ver que lozana y hermosa, 
vuelve al polvo deshojada.
Ver que poseerla no puedes,
a pesar de desearla.
Ver que lo bueno es fugaz,
ver ilusiones tronchadas
y pocas, muy pocas veces,
lo que se desea se alcanza ,
o te dura un instante
para que desees soñarla.
Soñando ya nos concede
lo que a cada cual agrada.
Quien pide poquita cosa,
es más sencillo encontrarla,
Una gota de rocío,
es bella cual  esmeralda
y es muy fácil conseguirla,
cada día en la madrugada.
Cada cual con su deseo,
aprovechar, pronto pasa.
Miosotis* en sepulturas,
nunca sirven para nada.

   Mas seguiremos soñando,
con esa flor tan extraña
que nadie describe exacto
y es por todos deseada.
Es estrella refulgente
que de cuando en cuando pasa
y nos obsequia su brillo,
bello instante nos regala,
mas aunque nos ciega un rato
vivimos para añorarla.
Así es la felicidad,
cuando llega, emborracha. 
Es por eso que seduce
y seguimos anhelándola,
porque hemos sido creados,
para algún día alcanzarla.
Son enigmáticos sueños,
pero no es ilusión vana.
   
  * Miosotis o nomeolvides, es el nombre de una pequeña flor que nos recuerda a los difuntos.