Navidad es mucho más

   Gloria a Dios, paz a los hombres
se oyó en el cielo y la tierra.
Coros de ángeles cantan,
suenan alegres trompetas,
tañen campanas a gloria,
los pastores se despiertan.
Escuchan extrañas voces
que creen que del cielo llegan
pues por primera vez se oyen
gritos de paz, no de guerra.

   ¡Gloria a Dios, paz a los hombres,
Dios nace niño en la tierra!

   Mientras tanto en Belén
lo que pasa no sospechan.
Están tan atareados
que ni un momento les queda
para escuchar el mensaje
de la Redención que llega.

   Un misterio... Es un misterio
y no hay nadie que lo entienda,
tan sólo la gente humilde
se fía de Dios y acepta.
Los pastores de Belén
le dan con amor, ofrendas.
Los demás no pueden creer
que Dios nazca, así, en pobreza.
Sólo los sabios que buscan
vieron brillar a su estrella
y dejando sus quehaceres
siguen tras ella y le encuentran.

   María y José le aman
y sin comprender, aceptan.
María y José le adoran
saben que es Dios en la tierra.

   Hoy y a través de los siglos,
también vivimos a ciegas.
No escuchamos a los ángeles,
seducen más las sirenas
aunque en el fondo sabemos 
que estas son pura quimera.
Al llegar la Navidad...
¡Vengan alegrías y fiestas!
Alegres...¿Y por qué alegres?
Fiestas...¿Por qué se hacen fiestas?
¿Por qué hablan de amor y paz?...
¿Qué es lo que el mundo celebra?
Si no admiten su venida,
si nunca siguen sus huellas,
si le buscan cual Herodes
con intenciones perversas...

   ¿Por qué alegría en Navidad
si a Dios niño ellos no aceptan?...

   Navidad es mucho más.
Con la alegría navideña
recordamos que Jesús
nace en las gentes sinceras
que reciben su mensaje 
y abren con amor la puerta
a Dios nacido en Belén
y al hermano que a ella llega.
Esto si es Navidad,
pocos lo escuchan y piensan.

   Sé feliz, Jesús lo quiere,
procura que otros lo sean.
Celebra así Navidad,
amor y alegría sincera.