Año de la familia

   Dulces lazos del amor,
han unido de por vida 
a esa pareja que se ama
y desea estar unida,
amándose mutuamente
para formar su familia.
Lo más natural del mundo,
es la Voluntad divina. 
Nacer, vivir y morir
en una, es gran maravilla.
Origen, senda y destino,
el amor que bien nos cuida,
amor generosidad
que enriquece y fertiliza.
Velemos porque esta flor
sea por siempre protegida.

   Primera escuela de un niño,
ternura, afecto, alegría,
cuna de hermosos valores,
nido de amor, la familia.
Enseñanzas con amor,
marcan por siempre las vidas,
su ejemplo en el obrar,
será siempre luz y guía
al transcurrir de los años,
porque esto, nunca se olvida.
Humana y con defectos
pero siempre muy querida.
Podrá ocultarse entre nieblas,
mas entre las nieblas, brilla.

   Buenos y  amorosos padres
aman siempre sin medida,
enseñando así a los hijos,
amando  es como se invita.
El amor es un regalo,
la mejor de las delicias.
De la infancia a la vejez,
sin duda se necesita.
¿Cómo aprenden nuestros niños,
esa enseñanza tan linda?
Mejor que nada, el ejemplo,
despierta interés, anima.
Si entre padres se comparte,
amor, afecto y comida,
el hijo lo aprenderá,
así amor se multiplica. 
Si compartimos amor,
ternura, pan y sonrisas,
nuestros niños copiarán,
surge cadena bendita.

   Sagrada institución
sin duda, por Dios querida,
lo mejor que hay en el mundo,
el origen de la vida,
el tesoro más valioso,
por eso es perseguida. 
La desprecia quien no tiene,
esta flor tan exquisita,
la añora quien la ha perdido,
la buscan quienes la admiran,
la maltrata quien no ama,
la ataca quien tiene envidia,
la culpan viles cobardes
de gestar sus villanías.
Esta noble institución,
no pasa inadvertida.

   Quien conoce sus valores,
sabe que es gracia divina
Nada existe en este  mundo
entre todas las delicias
que se pueda comparar
al amor de las familias.