Si se cultivan los sueños

   Hoy mis sueños alzan vuelo
en soleada mañana,
sin brumas que impidan paso,
hacia las cimas más altas,
sobrevolando los cerros,
dejando atrás las montañas,
oteando el horizonte
buscando la flor soñada.
Agotador el esfuerzo,
mas hecho con fuerza y ganas,
es un premio, un regalo
cuando llegues a encontrarla.
   
    Esa flor tan exquisita
y que a su vez es extraña,
misteriosa, seductora,
ricamente perfumada,
posee un embrujo que atrae,
conquistando nuestra alma.

   ¿Valió la pena esforzarse,
viajando a tierras lejanas?
¿Satisfizo nuestro anhelo,
o acaso fue ilusión vana?
Sólo tendré la respuesta,
si consigo encontrarla
y comparo la real,
con la que en sueños, soñaba.
Ojalá sea una alegría,
no una decepción amarga.

   Los sueños son ilusiones,
dentro, muy dentro forjadas.
A veces son fantasías
que no conducen a nada.
Otras veces son señales
que nos mueven a alcanzarlas.
Benditos sueños, preludio,
de grandes obras logradas.
Son como guía de un viaje,
donde ellos trazan el mapa.
Luego, si emprendo el camino,
para verlas acabadas,
será gracias a su luz
que ayudó a visualizarlas.
Luz y flores son los sueños,
acicates para el alma.

   ¿Con qué soñaré esta noche?
¿Con qué soñaré mañana?
Soñaré con la bondad,
hermosa flor perfumada.
Soñaré con la verdad,
para el mundo necesaria.
Soñaré con gran vehemencia,
con fe, amor y esperanza.
Soñaré sueños hermosos
que vayan  naciendo en mi alma.
Son semillas que dan fruto
si queremos cultivarlas.