Remembranzas y nostalgia

 Amables lectores....
¡FELIZ  año 2.020 !

Remembranzas y nostalgia

   Hoy me hiere la nostalgia
al revivir los recuerdos, 
pisando en estas calles 
de lo que fue y es mi pueblo.
Siento pena y alegría...
Alegría porque vuelvo 
a caminar sus caminos, 
a mirar sus limpios cielos
muy azules en los días,
de noche, estrellas, luceros.
Pena porque ... ¡Ay  qué  pena!
ya casi todos se fueron,
unos a eterna morada,
otros, destinos inciertos. 
Es por esto que en sus calles
sólo se escucha el silencio,
algún canor pajarillo 
y ladridos de los perros.

   Imborrables remembranzas
nítidas ,pese a los  tiempos, 
me recuerdan cada instante,
familia, vivencias, juegos,
siendo yo niña y muy joven,
por tanto, están ya  muy lejos,
tan lejos que ya me olvido...
¿Me acuerdo o no me acuerdo?...
De  algunos momentos lindos,
esos que ingratos se fueron,
miro atrás y recordarlos
no sé si quiero o no quiero.

   Quedan ya  pocas personas
constantemente en el pueblo.
Paseando por sus calles,
no llega olor a pucheros.
Flores en pocos balcones,
menos humanos que  perros,
sin nidos de golondrinas
y  escaseando trigueros.
No corretean los niños,
había pocos y crecieron, 
marchando a otros lugares 
cual  pájaro que alza el vuelo.

   En alto, en el horizonte,
el mejor sitio eligieron 
para construir una ermita
que en su devoción creyeron  
que Sta Justa y Rufina,
defenderían al pueblo .
Pueblo del que son Patronas,
allí, más cerca del cielo.

   Tres fuentes de ricas aguas, 
casi casi se extinguieron.
No existe ya su murmullo, 
dulce que incitaba al sueño
o a soñar como se sueña
mirando al agua fluyendo.

     Aunque mucho sigue igual, 
mi pueblo ya no es mi pueblo. 
No hay bullicio en las casas,
las calles son un desierto, 
muchos campos son bardales
y se cierran los senderos.
Queda intacto el paisaje,
cada vez lo veo más bello.
Siguen estando cerquita,
la escuela e iglesia- templo
y no muy lejos se halla
el vetusto cementerio
donde descansan por siempre,  
nuestros familiares muertos.

   Silente escucho el rumor
de las hojas con el viento. 
De vez en cuando me llega
el tañer de los cencerros
de los pocos animales
que por allí andan sueltos.
Casi no  tengo  ocasiones 
de un saludo placentero,
pues apenas viven gentes,
que otros tiempos conocieron.

   Deseo acercarme a la Mata
y cuando me encuentre dentro
disfrutar, sano placer,
de algo tan puro, tan bueno.
Sus árboles espontáneos,
robles altos y derechos
orgullo de nuestros bosques,
son a Campollo, un obsequio.
Allí me acerco a soñar,
porque ese bosque es un sueño.
Nuestros padres lo cuidaron, 
lo protegieron del fuego
y a respetar enseñaron 
con valor de un testamento.

   ¡Qué pena,cuántos recuerdos, 
despiertan caminos viejos!

   Todo cambia, todo pasa,
este destino es el nuestro.
Nos han mostrado la ruta
los ancestros que se fueron. 
Brillante lección, callada,
la explica hoy el silencio.

   Que enigmática  es la mente
cuando acerca los recuerdos.
Te hace sufrir y gozar, 
dos voces al mismo tiempo.
Esto ocurre si me acerco
a pasear por mi pueblo.
Gozo, alegrías, tristezas,
se adueñan del pensamiento.
Reminiscencias de siempre, 
por esto y más...¡Yo le quiero!