La esperanza es un regalo


   En la orillita del mar
silente, busco la calma. 
No puedo ver horizonte, 
brumas lo difuminaban.
Mi alma en paz, fuera silencio...
Esto es lo que deseaba.

El ambiente es  propicio
a estas horas en la playa. 
Siento un dulce sosiego
que endulza toda mi alma.

   Los recuerdos y nostalgias
de épocas ya pasadas...
Las alegrías presentes
que siento volando pasan...
Los sueños de lo que anhelo, 
quiera o no quiera, me enganchan.
A veces, todo se mezcla, 
la imaginación alarga 
estos momentos de dicha
que mi mente deseaba.

   Aquella niña de ayer...
¿Consiguió lo que anhelaba?...

   Se han cumplido muchas  cosas,
otras le fueron  negadas. 
Las  demás...En laberintos perdidos,
perdidas sin encontrarlas.
Solo quedan los recuerdos, 
las vivencias, las nostalgias
de los seres tan amados,
nunca se olvida a quien se ama. 
Hubo momentos felices
y cayeron muchas lágrimas.
Esto ayuda hoy vivir,
tal vez a llorar mañana,
pero es nuestro íntimo ser,
sólo Dios ve nuestra alma.

   El presente una delicia,
aires de mar y montaña,
sosiego que favorece
y regala paz y calma. 

  La mente sigue pensando,
la mente nunca descansa
y nos acerca los sueños,
estos veloces cabalgan
como corceles sin riendas,
nunca  de verdad se cansan,
Los sueños son incansables, 
los sueños nunca se cansan 
y nos presentan sus ansias, 
cual anhela nuestra alma.

   Soñé, soñé largo rato, 
 -también  sueño siendo anciana-
pues en secreto me  ofrecen
una muy dulce esperanza. 
Sin duda el mejor regalo, 
cuando me sienta cansada, 
pensar que tras esta vida
la eterna ya está cercana.
Alegría, ilusión , paz,
la fe obsequia la esperanza.

   ¿Aquella niña de ayer
consiguió lo que buscaba?...
Toqué el cielo con las manos,
soñando ya lo gozaba.