Estoy entrando al edén
en las páginas de un libro,
al ir leyendo sus líneas,
me encuentro en el paraíso.
Un sin fin de sensaciones,
al recorrerle he sentido,
ha despertado mis sueños
que habían quedado dormidos.
Encierra sabiduría,
nos la ofrece por si mismo,
con palabras con ideas,
libre y sin compromiso.
Letra a letra va sembrando,
en campos yermos, baldíos,
o en tierra fértil, labrada,
donde el trabajo es muy lindo.
Existe para entregarse,
para eso ha nacido.
Fue gestado en bello sueño,
antes de que fuera escrito.
Se ha desnudado su autor
mostrando lo más bonito
que guardaba en su interior
y decide compartirlo.
Compartir nos enriquece,
nacen así los amigos.
Amigo incondicional,
es sin duda, cualquier libro.
He retornado a mi infancia,
-¡Qué felices siendo niños!
de la mano de palabras
que sabiamente han escrito
generosos escritores
y lo comparten conmigo.
Mil sueños, mil utopías,
he encontrado escondidos
en páginas muy usadas
que se fueron al olvido.
Hoy las traigo a mi mundo
y su presencia bendigo.
No es un juego de palabras,
es un tesoro un buen libro.
