Libro, ocultos tesoros


   Fiel amigo en negra noche,
compañero en claro día.
¡Cuántas angustias  nos quitas!
¡Cuántas penas tu mitigas!
¡Cuántos problemas resuelves!...
¡Eres fuente de alegrías!

  Nos refrescas la memoria
acercando lo que olvida.
Nuestra alma se serena
si a algo hermoso la invitas.
Describes mil emociones
y el corazón se reaviva.
Guardas valiosos secretos,
en tus páginas benditas,
tesoros que algunos buscan
y tus letras resucitan. 

   Sabio y sigiloso amigo
que esperas siempre en vigilia
dando generosamente,
dándote tu sin medida
para enriquecer mi mente,
a veces, adormecida.
Satisfaces mis caprichos
cuando busco ideas perdidas.
Con el juego de tus letras
y tus palabras bonitas,
a esta loca de mi casa
con tus fantasías animas.
Para alzar vuelo incansable,
sobrevolando esas cimas,
tu vas mostrando los pasos
y a que comience me invitas. 
Mis sueños y mis anhelos,
entre el barro se perdían,
a alzar la mirada al cielo,
en tus hojas yo aprendía. 
Eres sabio, eres profundo
pozo de sabiduría.
Sin duda alguna un buen libro,
enriquece nuestra vida.
Nos transporta a otros lugares
en alas de fantasías.
Nos muestra mundo y bellezas,
que un autor dejó allí escritas,
compartiendo con amor
lo que sabía y sentía,
mostrándonos el camino
para un mundo en armonía.

   No importa cual sea tu aspecto,
ni si eres prosa o poesía,
dentro guardas un tesoro
de incalculable valía
que das al pie de la letra
a quien al leer, lo pida,
pues tus letras, cual las notas,
ofrecen sus melodías
para alegrar nuestros pasos
a lo largo de la vida. 
Contigo no estamos solos,
fiel y dulce compañía
que nos habla en el silencio...
¡Libro, hermosa maravilla!