Niños felices

   Hermoso fruto de amor,
flor, del futuro promesa.
No hay fruto de más valor,
ni flores de más belleza
que nuestros preciosos niños,
sean de la raza que sean.

   ¡Qué felices son los niños,
qué felices cuando sueñan,
cuando sueñan de dormidos
lo que ven cuando despiertan.
Construyen su fantasía,
sobre lo que les rodea,
el amor de la familia,
los juguetes con que juegan.
Ambos tengan todos ellos,
quien esto escribe, desea.

   Que no falte a ningún niño,
pan, juguete, amor que vela
porque tengan su alimento,
gran cariño, buena  escuela,
educación en valores,
mapa y guía para la meta.

   Alimento indispensable 
en su vida que ahora empieza. 
Padres, fuente inagotable
del buen amor con su fuerza.
Pidamos buenos colegios
para las ciencias y letras,
manantiales  de cultura,
donde nuestros niños beban.

   Ver felices a los niños,
augura paz y belleza.
Dejad que vivan la magia
en caballos de madera.
En su ingenua fantasía,
creen realidad lo que sueñan.
Caballos y otros  juguetes,
como las tiernas muñecas,
junto con libros y cuentos,
sus ilusiones despiertan.

   Caballito  galopando,
saltando por la pradera,
en la mente de los niños,
ora corres, ora vuelas.
Camina, trota, galopa
que viene picando espuelas
buen jinete en fantasía,
muy real, si niños sueñan.

   Niños felices queremos,
son felices si despiertan
arrullados en los brazos
de personas que les quieran. 
No debe faltarles nunca,
amor, pan, juguete escuela.
Si  un niño carece de esto,
que nadie tranquilo duerma.
Ellos son fruto de amor
y del futuro promesa.