Locura de amor


   Era amor tan loco, loco
que amor de locura era.
La  amada no corresponde,
buscando su amor se esfuerza. 
Sufre pero no se hunde,
saca de su amor, la fuerza.
Su  cáliz dolor rebosa,
llantos, amarguras,  penas.
Esas lágrimas apagan
fuego del amor, mas  dejan
brasas vivas en rescoldo
pues no todo el fuego quema
y entre húmedas cenizas
vuelve a prenderse una hoguera,
capaz de traer sensaciones
que sólo quien ama, encuentra. 

   ¡Qué hermoso el fuego  de  amor
y su dulzura que tierna!
Nada corta bellos sueños
si el enamorado sueña
con amor grande, sublime
que hasta soñando embelesa.
Si viaja en mares revueltos, 
va contra viento y marea
hasta vislumbrar el puerto
entre oscura y densa niebla.
En el puerto está su amor
o habrá excusado su ausencia
como mera cortesía
pues no vive ese amor ella. 

   Consciente del cruel  engaño,
su corazón aún desea
perdonar lo imperdonable
con amor y extraña fuerza. 
Siembra y cultiva esperanzas,
en árida y seca tierra.
No germinarán semillas,
no podrán  dar la cosecha.

   Su amor cual lluvia fecunda,
al estéril campo riega,
nacerá lo que sembró
en la dura sementera
y este fruto, cual su amor,
traerá sensaciones nuevas.
El amor, engendra amor, 
el amor, amor despierta. 
No le vence lo imposible...
¿Conseguirá lo que anhela?