Se me hace largo el camino...
Larga y difícil vereda.
Mis pies están muy cansados,
un buen descanso desean.
Acaso un lecho de rosas,
las más bonitas y frescas.
Pero las rosas, son rosas
van las espinas con ellas.
¡Qué incierto nuestro destino!...
Sin ilusión y sin fuerzas,
cansados, rotos por dentro
y sin encontrar las huellas
que pensábamos seguir
para llegar a la meta.
Busco descanso a mis pies,
suaves alfombras quisiera,
tal vez pétalos de rosa
cuyo perfume embelesa
y sus muchas cualidades
dejan mis pies, como seda.
¡Oh , insensata de mí!...
El egoísmo me ciega,
por encontrar bienestar
echo las rosas por tierra
deshojadas y marchitas,
sin lozanía ni belleza.
Flores delicadas, lindas,
un mal final las espera.
También necesito un mapa
que señale bien mi senda,
es inútil caminar
sin saber a donde llegas.
No quiero que mi egoísmo,
tronche flores por doquiera.
Quiero que en mi ansia de hallarlas,
no me desvíe de las huellas.
Si se borran un poquito,
me oriento por las estrellas.
La esperanza en conseguirlas,
que no sea estéril espera.
Sentir que el sueño es verdad,
no fantasía de quien sueña.
Ser realista , pisar firme,
mas no perseguir quimeras.
Si me canso y me derrumbo,
levantarme con más fuerza.
Tal vez pida demasiado...
Las rosas pudren y secan
y yo débil, muy cansada,
entre nubes pierdo estrella.
Mañana el sol volverá
y nos traerá rosas nuevas
y sueños para soñarlas
y deseos de poseerlas
y nuevas ganas de lucha
y unas imborrables huellas.
La fuerza del astro rey,
sin duda contagia fuerza
y mi alma entusiasmada
buscará esas rosas bellas.
No sé si al fin de la ruta
conseguiré flores frescas,
con exquisito perfume
regalo a quien se acerca.
Si no consigo lo deseado,
al menos luché con fuerza
y mi alma libre y en paz,
siguió la elegida senda.
Quizás no encuentre esas rosas,
pero sí, otras cualquiera
que me ofrecen sus aromas,
su colorido y belleza,
para evitar que yo sufra
y me deleite con ellas.
No quiero decepcionarme,
lección que la vida enseña:
Ser generoso con todos,
se cosecha lo que siembras.
